En invierno, debido al clima frío y seco, nuestra piel puede resecarse en extremo. Las manos suelen llevarse la peor parte ya que están más expuestas a las inclemencias climáticas y no podemos llevarlas cubiertas todo el tiempo.
Debido a las bajas temperaturas la piel de nuestras manos pierde humedad y otros factores como la calefacción fuerte y la falta de hidratación (bebemos menos agua en invierno) puede afectar la salud de nuestra piel.

Cinco consejos para mantener nuestras manos hidratadas en invierno
- Usar guantes: mantener nuestras manos protegidas con guantes, que lleguen hasta las muñecas, nos ayudará a cuidar la salud de nuestra piel evitando irritaciones.
- Usar crema: cuando estemos en casa o cuando tengamos un momento libre en el trabajo color cremas hidratantes con ingredientes como manteca de karité o glicerina.
- Evitar el agua caliente: aunque nos sintamos tentados a sumergir nuestras manos en agua calientes, esta idea puede ser contraproducente. Lo mejor es lavarlas con agua tibia y jabones suaves.
- Evitar secadores de aire: en los lugares públicos suelen haber secadores de manos con aire caliente. Estos contribuyen a la resequedad de nuestra piel. En estos casos lo ideal es usar toallas de papel.
- Protector solar: desde hace ya varios años, los dermatólogos vienen advirtiendo sobre la importancia de usar protector solar todo el año. Aunque no sea el mismo sol que el verano los rayos UV pueden penetrar la piel y causar daño, incluso en días nublados.