Portugal endureció su política migratoria con la aprobación de nuevas medidas en el Parlamento, respaldadas por la coalición de derecha en el gobierno y la extrema derecha.
Entre los cambios, los brasileños ya no podrán regularizar su situación tras llegar al país, y los visados de búsqueda de empleo se limitarán a inmigrantes altamente calificados. Además, las condiciones para el reagrupamiento familiar serán más estrictas.
Se creará una nueva unidad policial para combatir la inmigración ilegal y organizar expulsiones. Sin embargo, la propuesta para restringir el acceso a la nacionalidad portuguesa será negociada debido a dudas sobre su legalidad.
Estas medidas se suman a una primera restricción adoptada por el gobierno de Luis Montenegro, que derogó una norma de 2018 que permitía la regularización a inmigrantes con un año de trabajo y cotización a la seguridad social, incluso si habían entrado con visa de turista. A finales de 2024, Portugal tenía 1.55 millones de extranjeros, lo que representaba el 15% de su población.
El Parlamento de Portugal surgido de las elecciones en mayo votó este miércoles a favor de un nuevo endurecimiento de la política migratoria, gracias a los votos de la coalición gubernamental de derecha y de la extrema derecha.
Los brasileños, que constituyen el mayor grupo de inmigrantes, ya no se beneficiarán de una norma que les permitía regularizar su situación tras llegar al país europeo.
Según las nuevas disposiciones, los visados para la búsqueda de empleo sólo se concederán ahora a inmigrantes altamente calificados y las condiciones para el reagrupamiento familiar serán más estrictas, reportó el sitio DW.
El Parlamento también aprobó la creación de una nueva unidad dentro de la policía nacional que se encargará de luchar contra la inmigración ilegal y de organizar la expulsión de migrantes en situación irregular.
Portugal endureció su política migratoria
En cambio, la tercera parte del paquete legislativo gubernamental sobre este tema (que busca restringir las condiciones de acceso a la nacionalidad portuguesa), será objeto de negociaciones parlamentarias debido a dudas sobre la legalidad de algunas de sus disposiciones.
El ejecutivo del primer ministro, Luis Montenegro, quien asumió el poder en marzo de 2024, ya había adoptado una primera medida destinada a restringir las normas para establecerse en Portugal, que bajo el anterior gobierno socialista eran de las más liberales de Europa.
La disposición vigente desde 2018, que permitía a los inmigrantes solicitar la regularización al demostrar que llevaban al menos un año trabajando y cotizando a la seguridad social, aunque hubieran entrado al país con visa turística, fue entonces derogada.
A finales de 2024, Portugalcontaba con 1,55 millones de extranjeros, cuatro veces más que en 2017, que representaban alrededor de 15% de la población, según datos oficiales.