En Mendoza, una de cada dos bajas laborales es por decisión propia del empleado
Especialistas señalan que la vuelta a la presencialidad, los bajos salarios, la falta de perspectivas y nuevas prioridades generacionales explican gran parte de este fenómeno.
El mercado laboral mendocino muestra una dinámica singular: el 49,5% de las bajas son por decisión propia del trabajador. Los datos oficiales indican que, además de las jubilaciones, la mayoría de los empleados que dejan sus puestos lo hacen de manera voluntaria. Según la economista Paula Pía Ariet, las razones van desde la resistencia al regreso a la presencialidad hasta la búsqueda de mejores ingresos o un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal. José Vargas, director de Evaluecon, advierte que los salarios por debajo de la canasta básica y las extensas jornadas son factores clave. A ello se suma el auge del emprendedurismo y de actividades informales que, en muchos casos, ofrecen mayores ingresos que el empleo registrado.
En los últimos años se ha dado una dinámica muy particular del mercado laboral mendocino. Las estadísticas oficiales muestran una especie de "U", que se dibujó entre 2019 y la primera mitad de 2025. Tras la pandemia se perdieron miles de puestos de trabajo en Mendoza, que recién hoy se están terminando de recuperar.
Pero lo llamativo, más allá de los altibajos, es que hay miles de personas renunciando a sus empleos. Según datos publicados por el Ministerio de Capital Humano, el 49,5% de las bajas que se producen en el mercado laboral mendocino son por decisión propia del empleado. Una parte (3,8 puntos) son bajas por jubilación, pero el resto son todas renuncias.
¿Qué los lleva a renunciar? Cada persona tiene sus propias razones, pero hay ciertas tendencias del mercado que vale la pena analizar. Paula Pía Ariet, economista especializada en recursos humanos, indicó que hay varias causas que están incidiendo en el comportamiento de la masa laboral.
Presencialidad, salarios y nuevas generaciones
Para Ariet, los motivos se pueden dividir en distintos planos. En primer lugar, mencionó el regreso a la presencialidad en empresas que habían adoptado esquemas híbridos o totalmente remotos. “Hay lugares donde se está volviendo la presencialidad y eso hay personas que no están dispuestas, entonces prefieren renunciar”, señaló.
En segundo término, aparecen las motivaciones económicas: la búsqueda de mejores salarios y perspectivas de crecimiento. “Hay personas que donde están ven una pérdida de poder adquisitivo y no posibilidad de crecimiento, porque hay industrias que la están pasando muy mal y otras que no la están pasando tan mal. Entonces se van a industrias donde están un poco mejor”, explicó.
Según los especialistas, muchas personas están renunciando con el objetivo de buscar un mejor trabajo
También influyen los sectores de baja rentabilidad. Según Ariet, muchos trabajadores perciben que esas ramas ofrecen un horizonte incierto y optan por cambiar de rumbo. “Como la falta de certidumbre o normalidad, buscan una alternativa”, resumió.
Finalmente, la especialista remarcó un cambio generacional en la relación con el trabajo. “Más del 60% de las personas que integran el mercado laboral actual tienen prioridades diferentes. Si no encuentran que en el lugar donde están trabajando tienen condiciones que les permitan equilibrar la vida laboral y personal, renuncian. Entonces, por clima laboral o por la posibilidad de tener trabajo flexible, se van”, concluyó.
Ingresos bajos y auge del emprendedurismo
El economista José Vargas, director de Evaluecon, coincidió en que se trata de un fenómeno particular y destacó el peso de las condiciones materiales. “Muchas veces el empleado renuncia porque no está lo suficientemente cómodo: la cantidad de horas no es acorde al salario, o el salario es relativamente bajo, no alcanza a cubrir ni siquiera la canasta básica ”, advirtió.
Ese desajuste entre horas trabajadas y remuneración empuja a muchos a buscar alternativas dentro y fuera del mercado laboral formal. “En base a eso, muchas veces se da este tipo de movilidades dentro del mismo mercado”, sostuvo.
Además, Vargas subrayó que en los últimos años creció con fuerza la tendencia a emprender por cuenta propia, incluso en actividades informales. “Muchos se vuelcan a ser emprendedores, es decir, revender mercadería, ir a Chile a traer productos, o utilizar herramientas tecnológicas como las apps de delivery o transporte. Eso es un aliciente dentro de un mercado laboral bastante dañado, porque quizás hasta de manera independiente les da mejores oportunidades y un ingreso superior al que tendrían en blanco”, afirmó.
Un mercado en transformación
El cruce de factores estructurales y coyunturales explica que casi la mitad de las bajas laborales en Mendoza provenga de decisiones individuales. La rigidez de ciertas empresas, los salarios deteriorados y la búsqueda de un mayor equilibrio personal y profesional empujan a muchos trabajadores a tomar la decisión de renunciar.
El mercado laboral mendocino está igualando los niveles de empleo prepandemia
El dato no sólo refleja la situación particular de la provincia, sino también tendencias más amplias que atraviesan al mercado laboral argentino: la tensión entre modalidades de trabajo, la presión de los ingresos frente a la inflación y el crecimiento de formas alternativas de empleo, en algunos casos al margen de la formalidad.
En ese contexto, los especialistas coinciden en que la dinámica laboral mendocina seguirá marcada por la movilidad. Tanto quienes buscan mejores oportunidades en sectores más dinámicos como quienes se lanzan al emprendedurismo configuran un escenario de constante cambio, en el que la estabilidad parece cada vez más difícil de alcanzar.
Qué pasa con la otra mitad
Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), hay un 38,5% de las bajas que son decididas por las empresas. De ese valor, 8 puntos porcentuales corresponden a despidos sin causa, 6,4 a despidos con justa causa -como razones disciplinarias-, un 12,2 a la finalización del período de prueba. Otro puntos porcentual de las bajas corresponde a los casos en los que se la finalización del contrato por tiempo determinado, mientras que un 10,9% es por la finalización de obra (sólo para la rama de construcción).
Además, hay un 12% de bajas que no son ni por decisión propia ni por resolución de las empresas. Estos casos se agrupan en la categoría de "otras" causas.