Durante 2024, el mercado de créditos hipotecarios en Argentina experimentó una notable reactivación, impulsada por la baja de la inflación y la estabilidad cambiaria. Esta mejora en las condiciones macroeconómicas permitió que los bancos relanzaran sus líneas de préstamos para vivienda, en especial los créditos UVA, lo que generó un incremento real del 242% en el volumen de créditos hipotecarios al sector privado, alcanzando los $2,5 billones en junio de 2025.
Este resurgimiento se vio reflejado en la emisión de 27.833 nuevos créditos hipotecarios entre enero de 2024 y mayo de 2025. Solo en 2024 se otorgaron 11.776 préstamos, una cifra que triplica los números de 2023. La mayoría de estos créditos se concedieron a partir del segundo semestre de 2024, coincidiendo con la activación de múltiples líneas UVA tanto en bancos públicos como privados. El perfil de los nuevos deudores se concentra en asalariados formales de entre 30 y 64 años que residen en áreas con altos niveles de alquiler.
Sin embargo, a pesar de la reactivación general, se observa un fuerte desequilibrio en la distribución de estos créditos a nivel nacional. Las provincias con mayor dinamismo en 2024, al ponderar por cantidad de habitantes, fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Córdoba, Neuquén, Mendoza y la provincia de Buenos Aires. Por el contrario, en provincias como Santiago del Estero, la cifra es significativamente menor, afirma Chequeado,
Respecto a Mendoza, se otorgaron 385 nuevos créditos, lo que representa 2,3 nuevos titulares cada 10 mil habitantes.
Los expertos, como los economistas Federico González Rouco y Andrés Salinas, coinciden en que esta disparidad se debe a diversos factores. En primer lugar, se destaca el desarrollo urbano y económico de las ciudades, ya que las zonas más grandes cuentan con un mercado de alquileres más sólido y una mayor oferta de viviendas aptas para el crédito. Además, el nivel de ingresos de la población juega un rol crucial. Las provincias con salarios más altos y mayor grado de formalidad laboral tienen una correlación directa con la mayor concesión de créditos. Los bancos, ante el aumento de la demanda, se han vuelto más selectivos en sus condiciones de otorgamiento, favoreciendo a quienes cumplen con estas características.