Opinión

Emanuel Fugazzotto: "La realidad no se retoca con filtros"

Mientras los datos confirman que Mendoza tiene altos índices de inseguridad y hay cada vez más familias durmiendo en la calle, la vicegobernadora solo busca posicionarse para el 2027.

Mientras en Mendoza crece la inseguridad, se estanca la economía y cada vez más personas duermen en la calle, la vicegobernadora prefiere sacarse fotos con funcionarios nacionales y declarar su afiliación a La Libertad Avanza como si eso resolviera algo. La política, al menos como la entiendo yo, no es un álbum de imágenes para las redes ni un club de pertenencia ideológica: es una herramienta para transformar la realidad. Y hoy, la realidad en nuestra provincia duele.

Los datos más recientes del Ministerio de Seguridad de la Nación lo confirman: en 2024 se registraron 71 homicidios dolosos en Mendoza, con una tasa de 3,4 cada 100.000 habitantes, superando los 66 casos del año anterior.

Además, somos la segunda provincia con más lesiones dolosas por cada 100.000 personas y estamos entre las jurisdicciones con más delitos contra la integridad sexual. No es percepción, es evidencia. Y frente a este escenario, el silencio o las excusas oficiales solo agravan la desconfianza ciudadana. La inseguridad en Mendoza es un problema estructural, y no se resuelve con declaraciones defensivas ni con marketing.

Pero no es solo la inseguridad, sino que caminás por el centro y ves colchones en las esquinas, familias enteras durmiendo en plazas, y trabajadores estatales cobrando salarios que apenas les alcanzan para sobrevivir. ¿En serio este es el “modelo” de gestión que hay que imitar?

Mientras tanto, la vicegobernadora lleva más de una semana en Buenos Aires, sacándose fotos con Manuel Adorni, con Martín Menem, y con cuanto funcionario nacional pueda sumar a su álbum de campaña. No hay problema en que viaje, pero sí lo hay cuando esos viajes los pagamos todos los mendocinos. Los viáticos de esa gira política –porque de gestión no tiene nada– salen del presupuesto provincial, en un contexto donde docentes, personal de salud y trabajadores estatales están peleando por llegar a fin de mes. En lugar de estar resolviendo los problemas locales, se dedica a posicionarse para 2027.

Desde el Partido Verde venimos proponiendo soluciones concretas. No hacemos de la crítica un espectáculo, ni de la oposición una trinchera. Por eso presentamos proyectos para abordar la inseguridad con enfoque integral: prevención, presencia territorial, inversión en tecnología y acompañamiento social. Llevamos a la Legislatura iniciativas para mejorar los ingresos de los empleados públicos, garantizar el acceso al agua segura y desarrollar un plan real para las personas en situación de calle. ¿Se debaten? No. ¿Se bloquean? Muchas veces.

No venimos a vender humo ni a repetir slogans porque Mendoza no necesita más marketing político, necesita gestión y mientras algunos juegan a posicionarse para 2027, hay chicos que van a la escuela sin comer, barrios sin agua ni transporte, docentes cobrando por debajo de la línea de pobreza y comerciantes que ya no saben si van a abrir al día siguiente.

Hay que decirlo con claridad: la provincia no puede seguir gobernada con liviandad. Ya no alcanza con “acompañar” medidas nacionales mientras se desatienden los problemas locales, tampoco alcanza con ser oposición en Buenos Aires y oficialismo en Mendoza, según convenga. Y mucho menos alcanza con sacar una selfie al lado del poder para hacer creer que todo está bien.

Los que tenemos vocación pública sabemos que no se trata de posar bien frente a una cámara, sino de bancarse el barro cuando toca. Y a Mendoza, ahora, le toca. Por eso estamos acá, proponiendo, insistiendo y, sobre todo, escuchando. Porque si la política no está para eso, ¿para qué está?