¿Sos despistado?, la psicología explica lo que puede estar pasando
La psicología desentraña el misterio detrás de esos lapsos de memoria tan comunes. Descubre por qué tu mente borra información y qué puedes hacer para mejorar tu concentración y bienestar mental.
A casi todos nos ha pasado: un nombre que se nos escapa, una fecha importante que olvidamos por completo. Si bien estos olvidos pueden ser motivo de vergüenza o frustración, la psicología explica que rara vez son señal de algo grave. Más bien, son un reflejo de cómo funciona nuestra mente, un sistema selectivo que prioriza la información y, a menudo, lucha por mantenerse al día en un mundo sobrecargado de estímulos.
Según los expertos, la memoria no es un archivo perfecto. Actúa de manera selectiva, reteniendo lo que considera relevante en un momento dado y descartando lo que percibe como superfluo. Por ello, un olvido ocasional no debería generar alarma.
El estrés y la sobrecarga, enemigos de la memoria
Uno de los principales culpables de estos "lapsus" es la sobrecarga de información. Vivimos rodeados de estímulos constantes, lo que dificulta que el cerebro procese y fije los recuerdos con claridad. Al igual que una computadora con demasiadas pestañas abiertas, nuestra mente puede saturarse y ralentizarse.
Uno de los principales culpables de estos "lapsus" es la sobrecarga de información.
El estrés es otro factor determinante. La hormona del estrés, el cortisol, puede interferir con el hipocampo, el área del cerebro responsable de la memoria. Esto explica por qué en épocas de mucha presión, como en el trabajo o durante los exámenes, es más común olvidar detalles. La falta de sueño también juega un papel crucial, ya que el cerebro utiliza el descanso nocturno para consolidar los recuerdos del día.
Además, el multitasking —o hacer varias cosas a la vez— reduce nuestra capacidad de atención. Si no le prestamos verdadera atención a la información cuando la recibimos, el cerebro simplemente no la registra de manera profunda, lo que conduce al inevitable olvido. Incluso las emociones pueden influir, llevando a un "olvido motivado" de aquello que preferimos no recordar.
Cinco estrategias para ejercitar tu mente
Afortunadamente, existen técnicas sencillas para fortalecer la memoria y reducir el impacto del estrés en el rendimiento cognitivo. Los psicólogos recomiendan:
Dormir bien: Asegúrate de descansar entre 7 y 8 horas diarias para que tu cerebro consolide los recuerdos.
Reducir el estrés: Practica técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación, o simplemente tómate pausas activas durante el día.
Repetir la información: Decir un nombre o una fecha en voz alta o escribirla puede ayudar a fijarla en tu memoria.
Evitar el multitasking: Presta atención plena a la información que recibes en el momento.
Asociar datos: Relaciona nombres o fechas con imágenes o algo significativo para que sean más fáciles de recordar.
En definitiva, olvidar nombres y fechas no siempre es motivo de preocupación. La psicología nos invita a mirar el contexto y a evaluar nuestro nivel de estrés, la calidad del sueño y nuestros hábitos de atención. Con algunos pequeños cambios en el estilo de vida, es posible mejorar notablemente la memoria y, con ella, nuestro bienestar general.