Con el paso del tiempo, es común que los electrodomésticos de plástico blanco, como licuadoras, tostadoras o microondas, adquieran una tonalidad amarillenta. Este fenómeno, causado principalmente por la oxidación de los polímeros al exponerse a la luz ultravioleta y otros factores ambientales, puede hacer que tus aparatos luzcan viejos y descuidados.
Afortunadamente, existe un método casero sorprendentemente eficaz para blanquear plástico amarillo y devolverles su brillo original, utilizando un ingrediente clave: el agua oxigenada.
Para llevar a cabo esta limpieza profunda y restaurar el color de tus electrodomésticos, necesitarás agua oxigenada de 10 volúmenes (la que se usa comúnmente para desinfectar heridas), guantes protectores, un cepillo suave o una brocha, papel film transparente y un lugar con exposición a la luz solar.
El proceso se divide en unos sencillos pasos. Primero, es fundamental limpiar a fondo el electrodoméstico para eliminar cualquier suciedad, grasa o polvo de la superficie. Usa jabón neutro y agua, y asegúrate de que esté completamente seco antes de continuar. Desconecta siempre el aparato de la corriente eléctrica y retira las piezas de plástico desmontables.
Una vez limpio, aplica una capa generosa y uniforme de agua oxigenada sobre todas las superficies de plástico amarillentas. Utiliza el cepillo o la brocha para asegurarte de que cada rincón esté cubierto. Después, envuelve cuidadosamente las piezas con papel film transparente. Esto ayuda a mantener la humedad y potencia la acción del peróxido de hidrógeno.
Finalmente, expón las piezas envueltas a la luz solar directa durante varias horas, idealmente un día completo. La luz UV activa la reacción química del agua oxigenada, que descompone los polímeros oxidados responsables del amarilleo. Pasado el tiempo, retira el papel film, enjuaga las piezas con agua limpia y sécalas minuciosamente. Repite el proceso si el amarilleo es muy persistente. Con estos sencillos tips, podrás disfrutar de tus electrodomésticos como nuevos.
