En las sierras de Córdoba, cerca del límite con San Luis, se encuentra Pueblo Escondido, un destino turístico poco conocido, pero con una historia fascinante. Este pequeño asentamiento nació en 1895 como parte de un importante yacimiento de wolframio, ubicado en el distrito minero de Cerro Áspero, en el faldeo oriental de las sierras Comechingones.
La mina, impulsada por capitales alemanes e ingleses, explotaba el wolframio a 35 metros de profundidad, un metal codiciado por su resistencia y utilizado principalmente en la fabricación de armamentos. Su actividad fue intensa, especialmente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, lo que llevó a que más de 400 obreros habitaran el lugar. Sin embargo, en 1969, la mina cerró, y Pueblo Escondido quedó completamente abandonado.
Durante 23 años, el lugar permaneció en el olvido hasta que, en 1992, un emprendedor adquirió las tierras y comenzó un proceso de restauración. Gracias a sus esfuerzos, se inauguró un refugio de montaña que es el corazón de Pueblo Escondido hoy en día.
Actualmente, el refugio tiene capacidad para hospedar a 40 personas y cuenta con un restaurante, ofreciendo a los aventureros un lugar para recargar energías en medio de la naturaleza. Es importante recordar que, al estar a dos horas del centro de provisiones más cercano, los recursos y comodidades son limitados.
Para llegar a este peculiar destino, existen tres alternativas principales:
- Un camino de 25 kilómetros (20 de asfalto y 5 de ripio) desde Merlo, San Luis, la opción más rápida.
- Un acceso desde la localidad de La Cruz, Córdoba, a 60 kilómetros, siendo el recorrido más directo.
- Un sendero que comienza en la localidad de Lutti, atravesando paisajes naturales.
Sin embargo, la opción más recomendada es viajar con un guía experimentado que conozca el terreno y asegure la mejor travesía. Pueblo Escondido ofrece una combinación única de historia minera y aventura en un entorno natural inigualable.
