Argentina ofrece una forma única y memorable de explorar sus diversos paisajes: un paseo en globo aerostático. Esta aventura desde el cielo brinda una perspectiva inigualable, adaptándose a los cambios geográficos de cada región del país y revelando desde las alturas sus pintorescos cultivos y vastos horizontes. Es una experiencia turística que deja una huella imborrable en la memoria de quienes se atreven a vivirla.
Volar en globo aerostático permite disfrutar de amaneceres inolvidables, viñedos interminables, majestuosas montañas, llanuras con lagunas y sierras imponentes. Lugares como Buenos Aires, Mendoza, Tucumán y Córdoba son puntos clave en el mapa argentino para embarcarse en esta aventura, que se ha convertido en una tendencia creciente dentro del turismo nacional, ideal tanto para escapadas de fin de semana como para vacaciones más largas.
Entre los destinos perfectos para esta experiencia se encuentran:
Capilla del Señor, Buenos Aires: a solo 82 km del Obelisco, es ideal para una escapada cercana a la capital. Los vuelos, programados al amanecer por estabilidad climática, duran entre 45 minutos y una hora, ofreciendo encantadoras vistas rurales. Cerca, se puede explorar el casco histórico, estancias rurales y mercados de artesanías.
Alta Gracia, Córdoba: a 40 km de la capital cordobesa, es un destino favorito en el centro del país. El vuelo permite observar las sierras cordobesas en todo su esplendor, con despegues desde campos abiertos. Imprescindibles cercanos son el Museo Casa del Che, la Estancia Jesuítica y el Dique Los Molinos.
San Miguel de Tucumán y Tafí del Valle, Tucumán: en el norte argentino, los vuelos desde las afueras de San Miguel de Tucumán o desde Tafí del Valle son encantadores, permitiendo apreciar los valles y cerros del paisaje tucumano. Cerca se pueden visitar la Casa Histórica de la Independencia, el Parque Provincial Cumbres Calchaquíes y la Reserva Natural de la Defensa El Mollar, entre otros.
Para asegurar un vuelo seguro y placentero, es fundamental reservar con anticipación, llevar ropa cómoda y tener una cámara fotográfica a mano. Es crucial recordar que los vuelos están sujetos a las condiciones climáticas, ya que la seguridad de los turistas e instructores es siempre la prioridad.