Teotihuacan, la majestuosa "Ciudad de los Dioses", siempre ha sido un enigma envuelto en misterio. A pesar de ser un emblema del pasado mexicano y uno de los sitios arqueológicos más visitados, la afiliación étnica y, sobre todo, la lengua de sus habitantes en el periodo Clásico han sido consideradas hasta ahora como un secreto indescifrable.
Sin embargo, una nueva investigación de los académicos Magnus Pharao Hansen y Christophe Helmke desafía esta creencia. Ellos proponen que el sistema de signos presente en la iconografía de Teotihuacan es, de hecho, una escritura organizada y funcional, y que además codifica un idioma específico.

Las claves del deciframiento Teotihuacano
Mientras que otros sistemas mesoamericanos (como el maya) han permitido a los investigadores acceder a su historia dinástica, la escritura teotihuacana permanecía como un campo de debate. Los autores del estudio abordan directamente las preguntas más controversiales:
- ¿Es realmente escritura? Los investigadores afirman que sí, compartiendo principios con otras tradiciones de la región.
- ¿Cómo funcionaba? Proponen que utilizaba logogramas (signos que representan palabras) siguiendo el principio del rebus (usar la imagen de un objeto para representar el sonido de una palabra homófona).
- El 'Deletreo Doble': Introducen un nuevo concepto, el "deletreo doble," que ayuda a comprender cómo se formaban las palabras.
¿Cuál era la lengua de Teotihuacan?
El hallazgo más impactante es la identificación del idioma. Hansen y Helmke argumentan que la escritura codificaba una lengua Uto-Azteca (o yuto-náhua) que es la antecesora inmediata del náhuatl (el idioma de los mexicas o aztecas), el cora y el huichol.
Esta tesis no solo rompe con el mito de que la lengua de Teotihuacan es completamente desconocida, sino que también ofrece nuevas lecturas para varios glifos, permitiendo, por primera vez, vincular la élite de la ciudad con una familia lingüística concreta.
Este avance sugiere que el estudio de la sociedad teotihuacana podría estar a punto de experimentar una revolución similar a la ocurrida con el desciframiento de la escritura maya, abriendo la puerta a una comprensión mucho más rica y detallada de una de las culturas más influyentes de Mesoamérica. El código de la Ciudad de los Dioses parece haber sido finalmente vulnerado.