Un polémico tuit del influyente “Gordo Dan” (Daniel Parisini) dirigido al senador cordobés Luis Juez desató una fuerte tensión entre el militante libertario y el Gobierno. La escalada de la controversia comenzó tras la aprobación en el Senado del rechazo al veto presidencial de la Ley de Emergencia en Discapacidad. A pesar de que Juez, conmovido, agradeció el apoyo transversal a la ley en nombre de su hija y de miles de personas con discapacidad, Parisini lanzó un ataque personal en la red social X (anteriormente Twitter).
En su mensaje, el influencer criticó el voto de Juez y lo acusó de usar a su hija con parálisis cerebral para hacer política. Con un lenguaje vulgar, le recordó que había “acabado adentro a una mujer que no era su esposa y tuvo una hija”, a la que no reconoció hasta que fue obligado por la Justicia.

El impacto del tuit fue inmediato y provocó la reacción del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. En declaraciones a un medio nacional, Francos condenó las palabras de Parisini, afirmando que “no puede aceptarse de ninguna manera ni la grosería, ni la forma en que se expresa”. Además, aclaró que el influencer “no forma parte del Gobierno” y que su mensaje no representa la posición del Ejecutivo, a pesar de su afinidad con el presidente Javier Milei. Para mostrar su rechazo, el funcionario contactó personalmente a Juez para expresarle su apoyo.
El influencer se defiende y desafía a Francos
Ante la condena de Francos, el “Gordo Dan” borró su mensaje original, pero lejos de retractarse, volvió a la carga con una serie de publicaciones. Con un tono irónico, se defendió y justificó su ataque, acusando a Juez de “instrumentalizar el dolor íntimo de su propia hija” para justificar la “ruina del Estado argentino”.
El desafío más directo llegó cuando Parisini le dedicó un tuit a Francos. Con una mezcla de condescendencia y soberbia, el influencer “perdonó” al jefe de Gabinete y justificó su actitud con el argumento de que él “no entiende de la vehemencia y la frontalidad históricas para decir la verdad que caracterizan a LLA (La Libertad Avanza)”, haciendo un pase de factura al recordar que Francos formó parte del gobierno de Alberto Fernández. El polémico mensaje concluyó con un desafiante “Ni un paso atrás, Guille”.
Este intercambio público pone de manifiesto una grieta que podría crecer entre el Gobierno y sus seguidores más radicales, demostrando que la defensa de la “causa libertaria” en las redes sociales no siempre se alinea con los protocolos de la política tradicional.