Sin acuerdos
Máxima tensión entre Milei y gobernadores
En Casa Rosada ya no quieren hacer alianzas con aliados. Día clave en el Senado por proyectos como suba a jubilados, discapacitados y reparto entre provincias de combustibles líquidos que ponen en peligro el superávit de Milei y que los senadores aliados votarían a favor.La decisión, impulsada por el enojo tras el "vacío" de los gobernadores en el acto del 9 de Julio, implica que el gobierno no cederá en los reclamos de fondos ni hará concesiones electorales. La línea dura, representada por Martín Menem y Eduardo "Lule" Menem, se impuso sobre la estrategia "acuerdista" de Guillermo Francos y Santiago Caputo.
Milei desafió abiertamente a los gobernadores, afirmando que los "aplastará en las elecciones" y que su política de equilibrio fiscal es permanente. Esta postura beligerante complica la situación en el Senado, donde la oposición podría avanzar con proyectos que impactan fiscalmente.
La Casa Rosada confía en que una victoria en las elecciones de octubre "ordenará" la situación, adoptando la visión de que no tiene sentido buscar acuerdos ahora y que conviene exponer a la oposición como "obstruccionista". Incluso la relación con la vicepresidenta Victoria Villarruel parece tensa.
“Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre”. Las declaraciones que hizo Javier Milei hoy en el programa de radio de Luis Majul, en las que eligió desafiar abiertamente al pleno de los gobernadores, denotan que el Presidente -enojado- optó por acelerar en un camino de confrontación que no contempla ninguna contención de los aliados. Es, en definitiva, un cambio de fondo en la estrategia oficial: hasta ahora, el Gobierno decía “no hay plata”, pero buscaba evitar sobresaltos en la gobernabilidad. Hoy, la decisión es ir al choque en todos los frentes. Milei acusó a los gobernadores, sin distinción, de querer “destruir” a su Gobierno.
Lo que dijo tiene un fuerte impacto en el seno del Gobierno: el Presidente bajó el martillo a favor de la línea dura, que, sin abrir la billetera para los gobernadores (por indicación del ministro de Economía, Luis Caputo) tampoco prevé gestos en materia electoral. Es el ala que hoy encarnan el titular de Diputados, Martín Menem, y el brazo político de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem. Así, la Nación no cede ante los reclamos de fondos que hicieron los mandatarios provinciales, pero tampoco muestra generosidad en las negociaciones electorales que se están dando en los distritos de cara a octubre, en los que La Libertad Avanza (LLA) quiere imponer el poder de la lapicera.
Según pudo reconstruir LA NACION de altas fuentes de la Casa Rosada, en los últimos días, el Presidente había dado la orden de promover acuerdos provinciales que apuntaran a “cuidar lo nacional”, en detrimento -si era necesario- de las aspiraciones de LLA a nivel provincial. Pero el vacío que hicieron los gobernadores por el acto del 9 de Julio que iba a celebrarse ayer en Tucumán -y que se suspendió con la excusa de las dificultades climáticas- enardeció al Presidente. “Las fuerzas del cielo mandaron la neblina, pero Milei quedó caliente, cree que los gobernadores quieren complicar al Gobierno”, dijo una alta fuente oficial.
En rigor, la Casa Rosada solo hizo una invitación vía mail a los mandatarios provinciales, que -más allá de la fecha patria- se vienen sintiendo completamente destratados.
En este clima de hostilidad, en el Senado la oposición podría forzar este jueves el tratamiento del proyecto de jubilaciones, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El dictamen de esas iniciativas están objetadas y el oficialismo dice que deberían reunir el aval de los dos tercios de los presentes para habilitar su debate en el recinto, por lo que se vislumbra una discusión reglamentaria. Están en carpeta, además, los dos proyectos promovidos por los 24 gobernadores para coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
“Voy a demostrar acá que no va a pasar nada. Todo lo que puedan hacer de daño va a tener un impacto transitorio porque después de que los aplastemos en las elecciones vuelvo a poner las cuentas en orden a la brevedad. Va a tener un impacto negativo transitorio pero la política de equilibrio fiscal es permanente. Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre. Va a ser un efecto negativo transitorio. Estamos absolutamente tranquilos de que no va a pasar nada”, desafió hoy el jefe del Estado.
La actitud beligerante de Milei complicó así al sector “acuerdista” que encarnan el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo. En el caso del ministro coordinador, los dichos del Presidente, emperoraon las chances (escasas) de contar con el favor de los aliados en la sesión del jueves, en la que puede tratarse una batería de temas con impacto fiscal.
A principios de junio una comitiva de 24 gobernadores le reclamó al Gobierno que coparticipe el impuesto a los combustibles líquidos y los ATN. Por entonces, Francos consideró que el planteo era razonable. Pero luego el tema pasó a ser analizado por el Ministerio de Economía, que rechazó de plano la propuesta e hizo una contraoferta con gusto a poco. Para Luis Caputo, el pedido de los gobernadores puede poner en jaque la meta de superávit fiscal pautada con el Fondo Monetario Nacional (FMI). Ahora el Senado se apresta a tratar todo con formato de proyecto de ley.
Santiago Caputo, por su parte, era quien venía pugnando para que el gobierno compensara con política aquello que no podía contener con plata. Con una feroz interna con los Menem, era el que, en las reuniones de cúpula, venía alertando por los problemas de gobernabilidad que pueden detonarse si no hay una contención de tipo electoral que permita - no solo contener la situación hasta el recambio de las Cámaras- sino también tener mejor musculatura en el Congreso a partir de diciembre. Eso implicaría no inmiscuirse en los comicios provinciales que más interesan a los gobernadores (es decir, que LLA no corra en determinadas provincias) a cambio de sumar manos en el Congreso para las reformas de fondo previstas en la segunda mitad del mandato.
Pero esa postura, con los dichos de Milei, hoy quedó eclipsada. El lunes hubo una reunión de mesa política para analizar el panorama adverso que le espera al Gobierno esta semana en el Congreso y, a diferencia de otras oportunidades, Caputo -que cortó diálogo con los Menem- no estuvo.
“Hoy ya trabajamos con la idea de que una victoria en octubre va a ser lo que ordene”, reconoció una alta fuente oficial. Se impone así la mirada del karinismo, que considera que, en temporada electoral, no tiene sentido buscar acuerdos con los aliados o darse una estrategia para evitar una catarata de derrotas en el Congreso. Y que en cambio conviene exponer a la oposición -aliada o no- como obstruyendo el devenir del Gobierno.
Milei hoy habló en esa línea. “Habría que ver si la oposición que tiene cierta afinidad con el Gobierno está dispuesta a avalar un programa populista dedicado a romper el equilibrio macroeconómico para volver al poder”, dijo.
El Presidente también depositó la suerte de la sesión de este jueves en la vicepresidenta Victoria Villarruel. “Veremos qué hace [Villarruel]. Esperemos que defienda los porotos como corresponde, los pingos se ven en la cancha”, soltó. Con la profunda pelea que hay en la fórmula presidencial, nada indica que la vice colaborará con el plan de guerra que el jefe de Estado le declaró a la oposición.