Javier Milei suspendió el acto de vigilia por el Día de la Independencia que iba a encabezar esta noche en San Miguel de Tucumán debido a la neblina que afectó los vuelos en la ciudad de Buenos Aires. Así lo informaron fuentes oficiales, que señalaron que el mandatario no estará en el acto que iba a compartir con algunos gobernadores.
En el acto, organizado entre el Gobierno Nacional y la provincia de Tucumán, el Presidente iba a encontrarse con algunos gobernadores en medio de la tensión por los fondos coparticipables.
“El viaje que iba a realizar el Presidente de la Nación junto a su Gabinete y demás funcionarios del gobierno a Tucumán en el día de hoy queda suspendido. La razón de la decisión radica en los informes recibidos por Casa Militar y la Fuerza Aérea Argentina que refieren a la situación climática que impide realizar los vuelos pertinentes”, informó el vocero Manuel Adorni.
El acto pautado para la medianoche de hoy en la Casa Histórica de Tucumán iba a hacerse con escasa asistencia de los gobernadores, enfrentados con la Nación por la distribución de la coparticipación.
A un año de la firma del Pacto de Mayo en la histórica Casa de Tucumán, que contó con la asistencia de 18 de los 23 mandatarios provinciales, el panorama actual del Gobierno nacional es abiertamente más complejo.
Hasta la cancelación del vuelo presidencial, solo dos gobernadores habían confirmado su asistencia al evento: el anfitrión Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca). La ausencia del gobernador salteño Gustavo Sáenz sorprendió a los organizadores, ya que se lo esperaba hasta el mediodía. Finalmente, Sáenz decidió enviar a su vicegobernador, Antonio Marocco, en su lugar.
Otros mandatarios adoptaron una postura similar, justificando su ausencia con la necesidad de encabezar actos oficiales en sus propias provincias, como las galas líricas programadas en los teatros principales.
La contienda abierta entre las provincias y el Poder Ejecutivo a raíz de los reclamos por la distribución de los ATN y los impuestos coparticipables, sumado al debate por el armado de las listas de cara a los comicios locales, tuvo sus consecuencias en la relación de los mandatarios con la Casa Rosada.