-Ya hablamos mucho de Milei y de Cornejo...también quería preguntar sobre Cristina, porque se ha vuelto una figura nuevamente central en la política nacional. Acá en Mendoza se da una situación particular, porque es una provincia que no se caracteriza por el apoyo a Cristina Fernández de Kirchner. ¿Cómo juega eso dentro del PJ y cómo lo toman ustedes en el kirchnerismo?
-Yo creo que cuando nosotros decimos "la gente", ya estamos hablando de un universo que es bastante complejo, en el que hay partes o segmentos. Cada vez creo que fruto del tema de las redes y del tema de las plataformas y el tema de la forma en que nos comunicamos, bueno, la forma en que vivimos, digamos, a partir de los nuevos cambios tecnológicos, hace que cada vez estemos más encapsulados o divididos en islotes, digamos, de comunicación. Se generan núcleos cada vez más reducidos, donde se comparten intereses, y esto hace que haya una profunda atomización y polarización. Podría decirte que hay un sector de la sociedad que probablemente no comulga con nosotros, que tiene una visión y una idea y que ha construido una imagen negativa sobre el peronismo, y fundamentalmente sobre su principal expresión, que es Cristina. Así como también hay otro sector que hace una defensa firme, digamos, que está absolutamente convencida de que este que nosotros transitamos debería ser el camino a seguir. Que podemos cometer errores, pero que siempre va a estar la búsqueda en esa línea y no en la que otros proponen. Es de estos diferentes espacios, de estas combinaciones, digamos, que surge la acumulación de fuerza en términos de la construcción política. Nosotros hoy estamos en una situación minoritaria en la provincia, eso sabemos que es una realidad y viene desde hace bastante tiempo. Tiene que ver con errores propios y también con aciertos ajenos. Pero hay un sector, digamos intermedio, si se quiere, que es bastante volátil y que muchas veces inclina la balanza hacia uno u otro lugar, dependiendo de las situaciones en las que atraviesa. Nosotros estamos convencidos de que el modelo económico que ha venido a plantear Javier Milei va a fracasar. Esta gente, digamos, que hoy acompaña a Javier Milei, a gran medida fue la que acompañó el PRO, con algunos cambios profundos en la mirada. Hace un tiempo veía un informe creo que era de Giacobbe, donde dice que, sobre todo los sectores menores de 30, varones en general, decidieron poner un caballo de Troya para destruir la política porque no les daba respuesta. Esa persona es Milei y representa a un segmento de la población al que se le sumó mucha gente que venía del PRO y que también se expresa como el "antiperonismo". Eso generó la acumulación de este 55% de los votos. Pero cuando uno revisa las encuestas, lo que hay es un 55% contra un 45% entre a favor de Milei y en contra de Milei. Y por ahora ese 45 no tiene una buena estructuración. Me parece que en la medida en que esto se ordene -prolijamente y no pegando dirigentes- puede haber una opción. Y necesariamente, desde este otro lado, creo que habrá un proceso de desgranamiento frente a la falta de resultados que es este modelo económico que nosotros creemos que no es sustentable.
-Acá en Mendoza esos porcentajes son más amplios. ¿Cómo tienen que trabajar, cómo pensar que tienen que trabajar el peronismo acá adelante debido a, bueno, lo que ya sabemos de varias derrotas que ha tenido acá?
-Yo creo que hay ciclos. El peronismo tuvo ciclos de 12 años en Mendoza anteriormente. Y hoy lo está transitando el radicalismo, que se ha ido adaptando y en realidad hoy se ha transformado en una especie de Partido Demócrata. Es una expresión local, pero eso no tiene correlato en la construcción nacional, digamos. Una de las grandes defecciones del modelo bipartidista que alguna vez imaginaron que estaban construyendo cuando se hizo el pacto de Olivos, cuando se definió la forma en que se distribuían los senadores con dos y uno para los partidos mayoritarios, todo esto, se imaginó de alguna manera un modelo más de dos partidos...creo que la gran crisis históricamente la tuvo el radicalismo. Se fue desarmando y redefiniendo a partir de nuevas alianzas, entonces en un momento lo reemplazó Macri, digamos, y ahora Milei reemplaza todo eso. Pero creo en Mendoza hay una característica adicional. Mendoza siempre estuvo dividida por tres tercios y creo que la viveza política, por así decirlo, el acierto político de Cornejo fue lograr sintetizar esas dos fuerzas. De alguna manera apropiarse del Partido Demócrata en términos simbólicos y en términos discursivos. Cornejo era un tipo de la Franja Morada, digamos, y hoy habla como el peor de los gorilas, con un antiperonismo muy potente. Aunque creo que eso lo llevó a aislarse, fue su acierto político. Hizo que los tres tercios de Mendoza se inclinaran de alguna manera para ese lado. Y nuestros errores, por supuesto, han hecho que nos reduzcamos. Pero en política se sigue trabajando siempre y la única batalla que se pierde es la que se renuncia.