La Corte Suprema de Estados Unidos levantó las restricciones impuestas por la Administración Donald Trump para deportar inmigrantes a “terceros países”. El fallo de seis a tres del Tribunal Supremo, dominado por los conservadores, se produjo en el marco de una disputa legal sobre los intentos del Gobierno de Trump de facilitar la deportación de inmigrantes a países de los que no son originarios.
Las tres juezas liberales de la Corte votaron en contra y en particular, la magistrada Sonia Sotomayor advirtió: “En asuntos de vida o muerte, lo mejor es proceder con cautela. En este caso, el Gobierno tomó el camino opuesto”.

La Administración Donald Trump celebró la resolución del Tribunal y Tricia McLaughlin, secretaria adjunta de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), calificó el fallo como “una victoria para la seguridad del pueblo estadounidense”.
“El DHS ahora puede ejercer su autoridad legal y trasladar a los extranjeros ilegales a un país dispuesto a recibirlos”, afirmó. En abril, el juez Brian Murphy, designado por el expresidente Joe Biden en el tribunal federal de Boston, había prohibido las deportaciones a terceros países sin antes otorgar a los afectados el tiempo necesario para presentar objeciones.
El mes pasado, el Gobierno de Trump solicitó a la Corte Suprema suspender la medida cautelar de Murphy. El procurador general de Estados Unidos D. John Sauer acusó al tribunal de distrito de entorpecer los esfuerzos del Gobierno para deportar a “algunos de los peores entre los peores inmigrantes ilegales”.