El bloque demócrata del Senado de los Estados Unidos presentó, a través de Elizabeth Warren, “NoArgentina Bailout Act”, un proyecto de ley que busca anular la capacidad de la administración de Donald Trump para otorgar asistencia económica a Argentina durante la gestión del presidente Javier Milei.
La iniciativa, respaldada por legisladores como Tim Kaine, Bernie Sanders y Cory Booker, propone prohibir al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, utilizar el Fondo de Estabilización Cambiaria (FSE) para operaciones de rescate financiero, según un informe que llegó a un medio argentino.
Esto incluye préstamos directos, compra de deuda, swaps de divisas o cualquier forma de asistencia indirecta.
Warren criticó el salvataje económico en su cuenta de X y también pidió una investigación sobre los vínculos financieros entre funcionarios de la administración Trump y “fondos de cobertura con inversiones en la Argentina”.
En una carta enviada a la Managed Funds Association (MFA), reclamó información sobre posibles gestiones de lobby vinculadas al acuerdo coordinado entre Bessent y el ministro de Economía, Luis Caputo.

Desde el sector demócrata aseguran que el paquete de asistencia no busca estabilizar la economía argentina, sino proteger las apuestas de fondos privados como BlackRock, Fidelity y Pimco.
“Es un rescate a los ricos disfrazado de ayuda internacional”, señaló Warren en su comunicado.
La “No Argentina Bailout Act” marca un nuevo capítulo en la disputa entre republicanos y demócratas a pocas semanas de las elecciones legislativas en la Argentina.
Medios como The New York Times señalaron que la decisión de asistir a la Argentina podría beneficiar directamente a inversores cercanos a Bessent, lo que despertó sospechas sobre un posible conflicto de intereses.
Según ese diario, “los fondos de cobertura más expuestos al riesgo argentino podrían obtener ganancias extraordinarias si se concreta el rescate”.
Warren cerró su mensaje con una crítica directa al mandatario estadounidense: “Trump prometió poner a Estados Unidos primero,
pero está poniendo a sus amigos multimillonarios por delante del pueblo”.
Mientras tanto, el futuro del rescate y del proyecto demócrata dependerá del resultado de las próximas votaciones en el Congreso.