Esta mañana el Banco Central (BC) publicó su último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, en el que dio cuenta de una rápida desaceleración de la inflación y de un escenario de crecimiento algo más favorable hacia adelante.
En ese marco, el Banco Central incorporó, en uno de sus recuadros, un análisis en profundidad sobre los efectos de la inteligencia artificial (IA) en la economía global, advirtiendo que, si bien el entusiasmo por esta tecnología se ha transformado en un motor relevante de inversión, el comercio y los mercados financieros a nivel global, también implica riesgos relevantes para la economía global.
Esto, de materializarse -según el IPoM- podrían traducirse en condiciones financieras más restrictivas y menores precios de materias primas, incluido el cobre, principal exportación del país.

Impulso a la inversión, la actividad y los mercados financieros
De acuerdo con el instituto emisor, el auge de la inteligencia artificial está siendo un motor relevante para la inversión, el comercio y los mercados financieros a nivel global.
En Estados Unidos, por ejemplo, desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, el gasto en la construcción de datacenters se ha triplicado, mientras que la inversión en equipos de procesamiento de información ha registrado una variación real anual superior al 20%, muy por encima del promedio de 1,2% observado entre 2015 y 2023.
En el informe, además, se detalla que el efecto directo de las inversiones en IA habría explicado más de un tercio del crecimiento anual del PIB estadounidense en el segundo trimestre de 2025.

El documento apunta que este impulso también se ha reflejado en Asia, donde la demanda global asociada a la IA ha elevado con fuerza las exportaciones de semiconductores y maquinaria, con alzas anuales de 50% en Taiwán, 29% en Malasia, 12% en Corea del Sur y 8% en Japón.
Asimismo, el Banco Central destacó que el auge de la IA ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros, señalando que, desde junio, la valoración bursátil de las empresas vinculadas a la IA aumentó cerca de 25%, mientras que en el resto de las compañías que componen el S&P 500 el avance fue de 7,7%.
Esta diferencia implica que la IA explicó en torno al 55% de la variación total del índice, a lo que se suman efectos indirectos potencialmente relevantes, generando un aumento significativo de la riqueza de los hogares estadounidenses.