En un giro drástico de su política exterior, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció un bloqueo total y completo contra todos los buques petroleros sancionados que operen en aguas venezolanas. La medida busca asfixiar los ingresos de la administración de Nicolás Maduro y representa la escalada más agresiva de Washington en los últimos meses.
Un asedio naval en el Caribe
El anuncio, realizado a última hora del martes, no fue un hecho aislado. Se produce apenas una semana después de que fuerzas estadounidenses confiscaran un buque petrolero cerca de las costas de Venezuela.
En paralelo, el Departamento del Tesoro activó nuevas sanciones contra el círculo íntimo de Maduro, afectando a tres sobrinos de la primera dama y a seis empresas de transporte de crudo.
Desde hace casi cuatro meses, el Pentágono mantiene una presencia militar masiva en el Caribe. Aunque el argumento oficial de Washington es la lucha contra el narcotráfico, el gobierno venezolano ha denunciado estas maniobras como un "intento encubierto de forzar un cambio de régimen" en Caracas mediante el uso de la fuerza.
Cifras alarmantes: hundimientos y muertes en alta mar
La operatividad militar en la región ha dejado un saldo crítico:
- Embarcaciones hundidas: Más de 25 naves presuntamente vinculadas al tráfico ilícito han sido destruidas por el Pentágono.
- Víctimas fatales: Se reportan al menos 95 personas fallecidas en estos operativos realizados tanto en el Caribe como en el Pacífico oriental.
Este nuevo bloqueo total sobre la industria petrolera venezolana —principal fuente de divisas del país caribeño— eleva el riesgo de una confrontación directa y agudiza la crisis humanitaria y económica en la región.