Qué hará Edemsa con los USD 400 millones que puede obtener con endeudamiento

Por ahora, la distribuidora eléctrica mendocina sólo tomará una fracción inicial de USD 95 millones. El resto del programa permanece disponible, sujeto a futuras decisiones estratégicas y regulatorias.

Edemsa salió a buscar USD 400 millones al mercado para financiar obras de infraestructura
ECONOMIA

La Empresa Distribuidora de Electricidad de Mendoza S.A. (Edemsa) avanzó recientemente con la aprobación formal para emitir deuda por hasta USD 400 millones, en el marco de su programa global de Obligaciones Negociables (ON). Sin embargo, según confirmaron fuentes del sector, hasta el momento solo decidió tomar una porción de ese monto: USD 95 millones, que serán destinados a obras de mantenimiento, renovación de flota y adquisición de equipamiento operativo.

En un comunicado oficial dirigido a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la empresa informó que su Directorio resolvió autorizar la emisión de una o más clases de obligaciones negociables simples —no convertibles en acciones— por hasta el monto máximo disponible en su programa global de USD 400 millones, o su equivalente en otras monedas. La decisión se tomó en una reunión celebrada recientemente, con seis votos positivos y tres abstenciones. El acta correspondiente será cargada en el sistema de la Autopista de Información Financiera, según indicó la compañía.

Este paso se encuadra dentro de lo aprobado en la Asamblea General Extraordinaria de Accionistas realizada el 8 de abril de este año, que habilitó a la distribuidora eléctrica a buscar financiamiento por esa vía.

Sin embargo, tal como señalaron fuentes cercanas a Edemsa, la empresa sólo ejecutó hasta el momento una parte de ese endeudamiento: USD 95 millones. Ese capital será utilizado para inversiones de bienes de capital y tareas de mantenimiento en la red de distribución eléctrica de la provincia. Entre los proyectos contemplados se incluyen la compra de nuevos vehículos utilitarios —como camionetas—, mejoras en infraestructura existente, renovación de equipamiento técnico y reposición de materiales utilizados en el servicio diario.

De esta forma, la compañía mantiene aún disponible un cupo de USD 305 millones para emitir deuda, aunque no definió plazos ni montos concretos para avanzar con esa parte del financiamiento. Tampoco informó por ahora el destino específico que tendrían esos fondos en caso de ser utilizados.

Un modelo con respaldo tarifario

La estructura tarifaria vigente para las distribuidoras eléctricas, como Edemsa, contempla en su Valor Agregado de Distribución (VAD) componentes destinados al mantenimiento y a las inversiones en infraestructura. Es decir, una porción del monto que abonan mensualmente los usuarios incluye el financiamiento para obras, mejoras técnicas, amortización de equipos y reposición de materiales necesarios para garantizar el servicio.

En ese sentido, distintos especialistas del sector señalan que gran parte de las inversiones básicas ya están contempladas dentro de los ingresos que perciben las empresas a través del VAD. Dentro de esa fórmula tarifaria se remunera tanto el uso del capital invertido como su mantenimiento, lo que implica que una parte importante del flujo operativo destinado a mejorar la red eléctrica ya forma parte del esquema aprobado por los entes reguladores.

No obstante, desde el punto de vista operativo, existen también necesidades extraordinarias que requieren financiamiento adicional. Por ejemplo, la ampliación de redes hacia zonas nuevas o en crecimiento, mejoras tecnológicas específicas o sustitución anticipada de equipamiento. Según indicaron fuentes allegadas a Edemsa, parte del dinero que ya fue tomado a crédito está asignado a esos fines, aunque no se trata de una inversión de magnitud disruptiva en relación con lo habitual.

Un endeudamiento sin ejecución total

Como se mencionó, aunque el programa global aprobado habilita a Edemsa a emitir hasta USD 400 millones, la empresa no tiene obligación de utilizar todo ese cupo de manera inmediata. El instrumento funciona como una autorización previa, que le permite recurrir al mercado en etapas y de acuerdo a las condiciones financieras disponibles. Por ahora, con solo USD 95 millones emitidos, el 76% del programa permanece sin ejecutar.

Esta disponibilidad genera atención en el mercado regulatorio y entre distintos actores del sector, ya que no se ha especificado con precisión para qué se utilizaría el resto del endeudamiento en caso de concretarse. Además, al tratarse de una empresa concesionaria con ingresos garantizados por la tarifa eléctrica provincial, el nivel de apalancamiento financiero y el destino de esos recursos genera debate sobre los límites del negocio regulado y los márgenes de maniobra de los concesionarios.

Actualmente, los organismos de control como el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) no habilitan sobreinversiones por fuera del plan aprobado, lo que limita el uso de recursos excedentes a conceptos previamente justificados. Esto implica que, si Edemsa decidiera utilizar más fondos del programa, debería presentar nuevos proyectos o encontrar destinos que se encuadren dentro de las reglas del contrato de concesión.

Perspectivas futuras

Por el momento, la empresa no dio señales públicas de avanzar con los USD 305 millones restantes, ni de buscar ampliar su plan de inversiones más allá de lo previsto en el corto plazo. La autorización vigente le otorga un margen amplio para evaluar condiciones del mercado de capitales, tasas de interés y necesidades operativas antes de definir nuevos movimientos.

En resumen, Edemsa cuenta con una herramienta financiera habilitada por hasta USD 400 millones, pero decidió ejecutar por ahora una porción limitada, centrada en necesidades concretas de infraestructura y mantenimiento. A medida que avance el año, quedará por verse si la distribuidora decide utilizar el resto del cupo autorizado, y bajo qué condiciones y objetivos lo haría.

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