La otra convertibilidad: en 1899, Argentina tuvo un “uno a uno” que fue un éxito histórico y duró 14

Mucho antes del “uno a uno” de la década de 1990, la Argentina implementó otro plan de convertibilidad que se mantuvo en pie durante 14 años.

Billete de un peso de 1902.
ECONOMIA

Mucho antes del “uno a uno” de la década de 1990, la Argentina implementó otro plan de convertibilidad que se mantuvo en pie durante 14 años, generó una profunda confianza y se convirtió en uno de los programas monetarios más exitosos entre los países emergentes de la época.

Así lo relataba un artículo del periodista Jorge Oviedo en el diario La Nación, que desentierra la historia de la ley de conversión sancionada en 1899 bajo la segunda presidencia de Julio A. Roca.

A diferencia del posterior plan de Cavallo, esta primera convertibilidad no fijó la paridad en un “uno a uno”, sino que estableció un tipo de cambio de 2,27 pesos papel por cada peso oro, que era la cotización de mercado en ese momento.

La medida llegó para estabilizar la economía tras la famosa crisis de Baring y una década de alta volatilidad.

De una crisis al “blindaje” del siglo XIX

Según detalla el artículo, el plan fue el resultado de un intenso debate. Tras la crisis de Baring y la renuncia de Juárez Celman, el vicepresidente Carlos Pellegrini asumió como un verdadero “piloto de tormentas”.

Negoció con banqueros ingleses lo que podría considerarse el primer “préstamo puente” o “blindaje” de la historia argentina para evitar el default.

Superada la crisis, y con la economía en recuperación por la maduración de las inversiones, se discutió qué hacer. Pellegrini, entonces senador, se opuso a una paridad “uno a uno” por considerar que una desinflación tan brusca sería perjudicial para los exportadores. Finalmente, se impuso su postura y el gobierno de Roca fijó el tipo de cambio en 2,27.

14 años de éxito y una “caja de conversión”

La ley de 1899 creó una “caja de conversión” que, si bien al principio no tuvo mucha actividad, a partir de 1902 se convirtió en el motor de una gran expansión monetaria y de uno de los períodos de mayor auge económico del país, que se extendió hasta 1913.

Algunas de sus características, según el análisis de Oviedo, fueron:

  • -Sin reservas iniciales: a diferencia de otros planes, Argentina adoptó la convertibilidad sin tener un gran stock de reservas. Estas se fueron acumulando con el tiempo en el Banco Nación.
  • -Alto respaldo: si bien nunca llegó al 100%, el respaldo de la moneda en circulación con reservas metálicas alcanzó el 70%, un nivel muy superior al de países europeos como Francia o Bélgica en la misma época, lo que le dio una enorme credibilidad al sistema.
  • -Apoyo inesperado: el plan fue férreamente defendido por los socialistas de la época, liderados por Alfredo Palacios, quienes veían en la estabilidad monetaria una defensa del salario real de los trabajadores frente a las devaluaciones que licuaban su poder de compra. Esto generó una tensión constante con el sector exportador, que prefería un tipo de cambio más alto.
  • -Inversiones y empleo: las inversiones de la época, como la expansión de los ferrocarriles, fueron grandes generadoras de empleo en un país que absorbía masivamente la inmigración.

El exitoso esquema llegó a su fin no por problemas internos, sino por el devastador shock externo que significó el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, que provocó una crisis cambiaria y financiera simultánea que el sistema no pudo soportar.

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