Impsa llegó a un acuerdo para reestructurar su deuda de USD 586 millones
Con una adhesión superior al 97% de su deuda elegible, la compañía logró la aprobación judicial de su Acuerdo Preventivo Extrajudicial.
Impsa informó oficialmente que logró la aprobación de su Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), con el respaldo del 97,17% de su deuda elegible y el 84,21% de sus acreedores individualmente considerados, según el hecho relevante presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El acuerdo, que forma parte del proceso de reestructuración de pasivos por USD 586 millones, fue aprobado durante las asambleas de bonistas y obligacionistas realizadas ante el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza, con la presencia de la jueza Gloria Cortez y representantes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. En total, la propuesta recibió el 98,12% de los votos emitidos, superando ampliamente las mayorías requeridas por la Ley de Concursos y Quiebras.
La compañía detalló que, junto con las adhesiones obtenidas en las asambleas, también se sumaron los principales acreedores institucionales no representados por títulos valores, entre ellos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), BID Invest y Export Development Canada. Con esta aceptación, Impsa presentará el APE ante el juzgado para su homologación judicial en los próximos días.
En el comunicado, la empresa explicó que esta reprogramación de vencimientos es “de vital importancia” para ordenar su estructura operativa y financiera, continuar con el proceso de obtención de nuevos contratos y garantizar la continuidad de sus operaciones. El acuerdo, indicaron, “preservará la tecnología de primer nivel mundial desarrollada durante más de 100 años” y permitirá expandirse en los mercados internacionales, fortaleciendo además la actividad de más de 100 pymes proveedoras que trabajan con la compañía.
La reestructuración constituye un paso clave en la etapa iniciada tras el ingreso como accionista controlante del fondo estadounidense Industrial Acquisitions Fund LLC (IAF), que asumió el control de la empresa en enero de 2025. Según la propia Impsa, este proceso apunta a “reposicionar a la firma como una marca global” y recuperar su rol exportador histórico en las áreas nuclear, de grúas portuarias e hidroenergía.
“Estamos convencidos de que esta reestructuración de deuda constituye el paso inicial que permitirá a Impsa volver al sitial que ocupó durante décadas a la vanguardia del desarrollo tecnológico mundial”, afirmó Fabián D’Aiello, responsable de Relaciones con el Mercado de la compañía.
Impsa atraviesa desde hace más de una década un proceso de transformación tras sucesivas crisis financieras. La aprobación del APE representa un hito en la normalización de la firma, que busca consolidarse nuevamente como un actor relevante de la industria metalmecánica y energética argentina.