El Tribunal de Estrasburgo condenó a Francia por un caso de abuso sexual. Esto debido a que la justicia francesa había absuelto al hombre acusado por abuso basándose en una supuesta relación sadomasoquista.
El hombre alegó que él y su compañera de trabajo, quien tenía un puesto inferior al suyo, habían firmado un contrato "amo-perra" a partir de cuál quedaban autorizadas determinadas prácticas.
Sin embargo, este jueves el tribunal europeo falló en contra de Francia y argumentaron que dicho contrato había sido renegociado varias veces entre la mujer, una empleada inicialmente en formación y el hombre, que dirigía el servicio de farmacia en el hospital.
Los jueces afirmaron que fue de hecho "uno de los instrumentos del control coercitivo" que el sujeto utilizó. En una primera instancia, la Justicia francesa había considerado que la firma de la mujer suponía una forma de consentimiento a esa relación sadomasoquista.
Pero el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) insiste en que "el consentimiento debe traducir la libre voluntad para mantener una relación sexual determinada, en el momento en que interviene, teniendo en cuenta sus circunstancias".
"Ninguna forma de compromiso pasado, incluso en forma de contrato escrito, es susceptible de constituir un consentimiento actual a una determinada práctica sexual, ya que el consentimiento es por naturaleza revocable", expresaron.
El TEDH subraya que los jueces franceses no deberían haber tenido en cuenta para nada ese documento, sino al contrario examinar las alegaciones de la mujer de que algunas de esas prácticas fueron contra su voluntad y continuaron cuando ella "había suplicado" al hombre, identificado como el doctor K.B. que les pusiera fin.