Una curiosa pieza de la historia del siglo XX ha cambiado de manos en Alexander Historical Auctions, la casa de subastas de Maryland. Se trata de una botella de Saint Émilion 1934, un vino que, por su antigüedad, es en sí mismo valioso, pero que adquiere una relevancia histórica inusual: proviene directamente de la cava personal de Adolf Hitler en su refugio de montaña, el Berghof.
La botella, definida por Bill Panagopulos, presidente de la casa de subastas, como un "artículo increíblemente raro", alcanzó un precio de 2.500 dólares en manos de un comprador anónimo. Esta cifra, aunque significativa, quedó por debajo de las expectativas iniciales, que la situaban entre 5.000 y 7.000 dólares.

El valor de la historia, no del vino
Cabe aclarar que el valor de este Saint Émilion no reside en su capacidad para ser consumido. La botella, que se encontraba medio vacía debido a una ligera fuga, fue reencorchada, aunque conservando restos del corcho original. "El vino de dentro es intomable", confirmaba la casa de subastas, dejando claro que se trata de una reliquia histórica más que de una joya enológica.
El vendedor, cuya identidad se mantiene en reserva, fue descrito como uno de los más prominentes coleccionistas de documentos militares alemanes en Estados Unidos, con más de medio siglo de experiencia.
Un origen cargado de historia y controversia
La historia de esta botella es tan fascinante como polémica. Fue sustraída del Berghof, la residencia alpina de Hitler en Baviera, un lugar que sirvió como centro de operaciones nazi en la década de 1920. El complejo fue devastado por los bombardeos aliados en 1945, y sus ruinas fueron posteriormente demolidas por el ejército estadounidense para evitar que se convirtiera en un sitio de culto neonazi.
Fue en ese contexto de destrucción que un soldado estadounidense, miembro del equipo de demolición, se llevó la botella del sótano, ocultándola antes de la voladura total del edificio. Esta práctica de soldados que recuperaban "souvenirs" del Berghof no es nueva en Alexander Historical Auctions, que ya ha subastado otros objetos de similar procedencia.
La venta de este tipo de artículos siempre genera debate, especialmente entre aquellos que temen que puedan ser adquiridos por individuos con intenciones de idolatrar al líder nazi. Sin embargo, para los coleccionistas de historia, una pieza con semejante recorrido y origen representa un vínculo tangible con uno de los períodos más convulsos de la humanidad.