Para los amantes del café no hay nada mejor para iniciar el día que una rica taza de café humeante. Hoy en día existen cientos de opciones para preparar nuestro café en casa, pero algunas opciones son mucho mejores que otras.
Desde la antigua bolsa de café que usaban nuestros abuelos hasta la moderna y casi profesional máquina de nespresso. Sin embargo, estos aparatos suelen ocupar bastante espacio en la cocina o muchas veces los fanáticos prefieren armar un lugar específico para la cafetera.
No obstante, existe una opción poco usada en la Argentina pero que destaca por su practicadas y sus grandes cualidades. La cafetera francesa o de émbolo.

Cinco razones para que te pases a la cafetera de émbolo
- Control total sobre el proceso de preparación: la cafetera francesa es de vidrió y podemos ver a través de él el color, las proporciones, la cantidad de agua y la concentración dependiendo si está más claro o más oscuro. Como no está expuesta al calor de forma directa podemos tomarlo a la temperatura que queramos.
- Sabor rico y con cuerpo: el método de inmersión permite extraer todos los aceites y sabores del café, resultando en una taza con un sabor más intenso y robusto, en comparación con otros métodos de preparación que utilizan filtros de papel.
- Fácil de usar y limpiar: la cafetera de émbolo es muy sencilla de usar: solo necesitas agregar café molido y agua caliente, dejar reposar, presionar el émbolo y servir. La limpieza también es rápida y sencilla, ya que se lava como cualquier vaso o jarra de vidrio.
- No necesita electricidad: al no requerir electricidad, la cafetera de émbolo es perfecta para llevar de viaje, usar en la oficina o disfrutar de un café de calidad en cualquier lugar.
- Económica: a diferencia de las cafeteras que usan cápsulas o filtros de papel, la prensa francesa no requiere energía adicional y además es una opción sustentable, algo que debemos tener en cuenta en los tiempos que corren.