Los vecinos del San Clemente del Tuyú se llevaron una sorpresa al descubrir un extraño animal en la playa. Se trata de un Zifio, uno de los cetáceos más raros del mundo encallado en la costa argentina.
Según informó diario Clarín, el animal apareció en la trasnoche del martes y aunque el equipo de la Fundación Mundo Marino intentó mantenerlo con vida, el cetáceo murió a la mañana siguiente aparentemente por una neumonía.
Se trataba de un macho que medía cerca de 4,30 metros de largo y pesaba una tonelada. El equipo de rescate intentó sumergirlo en el agua, pero el animal regresaba a tierra una y otra vez.
Por qué los zifios son tan extraños
Según el Sistema de Información de Biodiversidad, un zifio común o ballena de Cuvier es una especie difícil de observar en mar abierto, pues evita las embarcaciones. Si bien se han registrado grupos de hasta 40 individuos, por lo general forma manadas más pequeñas, de 3 a 10 ejemplares y también es posible observar machos adultos solitarios. Se lo ha observado saltar fuera del agua, sacando el cuerpo en forma vertical para luego caer hacia atrás.
Aparentemente puede sumergirse a grandes profundidades, siendo capaz de bucear por más de 30 minutos; cuando se sumerge arquea el dorso y levanta la aleta caudal en forma vertical. Se alimenta principalmente de calamares y peces de gran profundidad, pero también consume cangrejos y estrellas de mar de fondos profundos.
El cuerpo es compacto y robusto. La cabeza relativamente pequeña y de perfil romo, con el hocico poco marcado; la comisura de la boca es corta y ascendente. La mandíbula inferior, es más larga que la superior y posee un par de dientes cónicos ubicados en su extremo; sólo en el macho adulto estos dientes sobresalen de la encía y son visibles con la boca cerrada, en cambio en la hembra no llegan a perforar la encía.
La coloración es muy variable, pudiendo ser parda oscura, gris oscura o gris crema; la cabeza frecuentemente es muy clara, especialmente en los machos adultos; los flancos y el vientre tienen manchas redondeadas u ovaladas, de color blanco o crema. Los machos con frecuencia presentan numerosas cicatrices superficiales en todo el cuerpo, producidas por las peleas con otros machos.