Detuvieron en Mendoza a un chileno que había intentado retirar 500 ampollas de fentanilo en una empresa dedicada al servicio de paquetería. La caja había salido desde Formosa, pero personal de Gendarmería Nacional logró interceptar al camión y realizó una "entrega vigilada".
Todo comenzó en el control de ruta “Gendarme Fermín Rolón” sobre la Ruta Nacional 11, los efectivos del Escuadrón 16 "Clorinda" detuvieron la marcha de un camión con semirremolque perteneciente a una empresa de servicios de transporte y distribución de mercancías.
Durante el procedimiento, los uniformados identificaron una ruta de ingreso de fentanilo desde el norte del país. El personal de Gendarmería Nacional detectó una encomienda con 500 ampollas de este opioide sintético.

Frente a esto, el Juzgado Federal 2 de Formosa en base a los datos otorgados por los funcionarios y en coordinación con el personal de la Sección de Investigaciones Antidrogas "Clorinda" dispuso que se realice una entrega vigilada.
Durante la investigación, determinaron que el lugar de destino de las 500 ampollas de fentanilo era Mendoza. Las autoridades dejaron que el paquete llegara a la oficina para el retiro de encomiendas. Cuando el joven chileno se presentó en el lugar para retirar las ampollas de fentanilo quedó detenido. Estaba acompañado de un argentino que también quedó detenido.
Secuestraron fentanilo en un hotel de Mendoza
Tras la detención de ambos sujetos, el juez interviniente ordenó que se realice un allanamiento en la habitación de un hotel en el que se alojaba el detenido extranjero. Siguiendo con lo ordenado, los gendarmes hallaron 80 ampollas de fentanilo que habría sido recibida bajo la misma modalidad.
El Juzgado Federal dispuso el decomiso completo del fármaco y la detención del involucrado. Se hizo hincapié en la necesidad de una investigación de alcance internacional, que debería ser liderada por la Fiscalía.
El fentanilo es un opioide sintético es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. Aunque se utiliza lícitamente para el manejo del dolor bajo supervisión médica, su creciente presencia ilegal representa una problemática global de gran preocupación debido a su alto potencial de adicción.