Indicadores sociales
Bajó la pobreza y subió la mortalidad infantil en Mendoza
El aumento hizo que llegara a 7,5 muertes por mil nacidos vivos, casi la misma tasa que se registró en 2016 durante el primer año de la primer gestión de Cornejo. La pobreza bajó del 41,6% al 38,9%.“En 2016, cuando empezamos nuestra primera gestión, 50 niños menores de un año fallecían en su domicilio y que la tasa de mortalidad es casi 3 puntos menor a la de entonces. Eso es porque hemos trabajado duro para sostener políticas sanitarias que han llevado a Mendoza a ser una de las provincias con menor tasa de mortalidad infantil, teniendo 5,5 defunciones cada mil nacidos vivos, lo que expresa una tasa muy inferior a la media nacional”.
Esto decía el gobernador Alfredo Cornejo en su discurso ante la Asamblea Legislativa en 2024. Bueno, lamentablemente el panorama cambió, la tasa de mortalidad infantil subió 2 puntos en nuestra provincia entre el 2023 y 2024, pasó de las 5,5 muertes por mil nacidos vivos a las 7,5 muertes por mil nacidos vivos, casi igual que en 2016 cuando el actual gobernador llevaba un año de su primera gestión.
Desde el Gobierno informaron a través de un comunicado que “si bien desde lo técnico deberían tomarse períodos de 3 o 5 años para el cálculo de la tasa y aunque Mendoza sigue por debajo de la tasa de mortalidad infantil nacional, este incremento debe ser un llamado de atención a nosotros como área responsable de maternidad e infancia, a las autoridades nacionales para que el ajuste no sea en políticas clave como esta y a todos los mendocinos para que, pese a la crisis, sostengan los cuidados de la salud durante el embarazo. La información se recoge de informes de la Dirección de Maternidad e Infancia”.
Afirman también que el número de defunciones infantiles fue de 223 en el 2019, 176 en el 2020, 159 en el 2021, 143 en el 2022, 111 en el 2023 y 139 en el 2024. En el sector público se pasó de 84 a 95 defunciones infantiles (+13%) haciendo el 59% de los partos (10921), y en el sector privado de 25 a 41 defunciones infantiles (+64%) llevando a cabo el 41% de los nacimientos (7621).
Las causas
Respecto de las causas, desde el Gobierno indicaron que las malformaciones incompatibles con la vida representaron 32% (44 pacientes), mostrando un comportamiento similar al año anterior. Las que tuvieron una variación significativa fueron las causas perinatales, pasando de 59 a 81 casos. Destacan entre ellas dos: “Feto y recién nacido afectados por condiciones de la madre no necesariamente relacionadas con el embarazo presente”, que pasó de 6 a 17 casos, y “Feto y recién nacido afectados por complicaciones de la placenta, del cordón umbilical y de las membranas”, que pasó de 3 a 13 casos.
También destacaron que “existe una marcada correlación entre las condiciones socioeconómicas de una población y la tasa de mortalidad infantil”.
En 2024 la pobreza en Mendoza era del 38,9% según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) y en plena pandemia, en el 2020, fue del 42,4%, la más alta de la medición de la repartición oficial desde 2016. En 2020, la mortalidad infantil fue de 7,5 muertos por cada mil vivos, la misma que en 2024 pero con tres puntos más de pobreza. La tasa volvió a los valores de 2016, cuando asumió Cornejo, y era de 7,7 muertos por cada mil nacidos vivos.
Por su parte, Abel Albino, titular de la Fundación Conin, especialista en desnutrición infantil, en diálogo con El Medio, indicó que sucedió tanto en el sector público como privado y que no se puede adjudicar a un factor en particular. Sí manifestó, que impacta la crisis en general “porque el chico es menos controlado, va menos al médico, lo vacunan menos, se enferma más y todo es consecuencia de lo mismo. En las crisis pasa eso, el hilo se corta siempre por lo más delgado, lo más delgado son los niños y los ancianos y los niños porque dependen de terceros que no tienen la formación adecuada ni los medios económicos suficientes como para poner en marcha bien a esa criatura, entonces sobrevienen impedimentos y se dejan de hacer cosas”.
Otra interpretación hace el médico generalista con Posgrado en Salud Social y Comunitaria, Alejandro Suvire, indicó también que son varios factores los que influyen como “las malformaciones congénitas, es decir, la malformación incompatible con la vida. Eso generalmente en todos los años se ha mantenido, por ahí esto es por falta de ácido fólico y algunas cosas más técnicas. La crisis económica no hay duda de que es otro factor, el embarazo adolescente, las malnutriciones, quizás la falta de apoyo a la embarazada, el tema de consumo problemático. Hay varias cosas, inclusive algunos centros de salud en donde no hay obstetricia o no hay lugares donde se puedan hacer los controles correspondientes los servicios de salud”.
Agregó también que el acceso al sistema de salud debería estar garantizado para el acompañamiento durante el embarazo, con profesionales idóneos, con las vacunas correspondientes, con talleres sobre lactancia, con mayor información perinatal tanto para la madre como también para su familia más si se trata de adolescentes. “Estos temas básicos no deberían faltar para mantener una estrategia que tienda al descenso de la mortalidad infantil”, señaló Suvire.
A conclusiones interesantes llegan los investigadores mendocinos Jorgelina Álvarez, Carlos Thomas y Enrique Quesada en su artículo “Análisis de los Determinantes Sociales de la Mortalidad Infantil en la Provincia de Mendoza. Estudio comparativo de los quinquenios 2005/09, 2011/15, 2017/21” publicado en la Revista Médica Universitaria de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo.
Afirman que el análisis de la Tasa de Mortalidad Infantil, desagregada por determinantes sociales que influyen en su dimensión, “ha permitido evidenciar que esta es significativamente más elevada en los niños expuestos a mayor riesgo social frente a los de menor riesgo”.
También son atendibles las recomendaciones que hacen para reducir las brechas en mortalidad infantil. En este sentido aconsejan:
- -Instruir a cada familia con niños de riesgo sobre cuál es el centro de salud al que deben consultar en primera instancia y comunicar al centro de salud que es su responsabilidad hacerse cargo del seguimiento de esos niños.
- -Instruir a las familias con niños de riesgo para que cumplan con rigor el calendario de consultas establecido en el momento del nacimiento, tengan o no síntomas de enfermedad.
- -Remitir a los centros sanitarios y hospitales de referencia departamentales la nómina de niños de mayor riesgo que deben ser atendidos con prioridad, sin cita previa.
- -Reconocer y eventualmente premiar a los centros de salud que demuestren haber realizado efectivamente los controles pautados, puede ser un incentivo extra que estimule la captación y retención temprana de estos niños en riesgo.
- -Designar un “referente” del niño en riesgo, que no debe ser otro que un personal de enfermería o de servicio social del centro de salud u hospital. Este referente forma parte del equipo profesional que atiende al niño y se ocupa de supervisar que todas las decisiones clínicas se cumplan y de asegurar la continuidad asistencial del paciente en todos los eslabones de la red.
- -Entregar a las madres o cuidadores de estos niños en riesgo teléfonos móviles en comodato de manera de contactar rápidamente con el referente del centro de salud, ante signos de alarma en el estado de salud.
Pobreza e indigencia
Por otra parte, la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) informó que entre octubre del 2023 y el mismo mes del 2024 bajó la pobreza 2,7 puntos, del 41,6% al 38,9%. Por su parte la indigencia, en el mismo período, disminuyó 4,2 puntos, del 10,7% al 6,5%.
Desde la DEIE explican que “los porcentajes presentados muestran que, en el mes de octubre de 2024, se encuentran debajo de la línea de pobreza alrededor de 138.341 hogares, que incluyen 595.810 personas aproximadamente. Dentro de este conjunto, 23.212 hogares se encuentran bajo la línea de indigencia, los cuales incluyen aproximadamente a 99.911 personas indigentes”.
Al igual que lo que sucede con la pobreza infantil que El Medio publicó la semana pasada, las causas que impactan en la disminución de la pobreza y de la indigencia es el incremento del dinero que se percibe por los programas sociales de Asignación Universal por Hijo y Tarjeta Alimentar, la baja de la inflación y los incrementos salariales.