Congreso
La oposición arma el temario de la próxima sesión en Diputados
La oposición ve la oportunidad de aprovechar esta ventana de tiempo, en plena campaña electoral, para juntar mayorías y seguir cargando contra el Gobierno en su línea de flotación.La estrategia consiste en ofrecer a los gobernadores, especialmente a los del “Grito Federal”, el tratamiento de proyectos de coparticipación (ATN e impuesto a los combustibles) a cambio de su apoyo para revertir vetos clave, como los de la emergencia en Discapacidad y el aumento jubilatorio. Sin embargo, si los gobernadores no colaboran, el peronismo retirará su apoyo a esos proyectos.
Esta confrontación ocurre mientras el Presidente defiende el superávit fiscal y presenta iniciativas para penalizar a legisladores que propongan presupuestos sin financiamiento. La oposición también planea avanzar con otros proyectos de ley y reabrir el caso de la megaestafa Libra, que involucra a la familia presidencial. El oficialismo enfrenta un escenario complejo con alianzas frágiles y un diálogo deteriorado con los gobernadores.
La oposición terminará de delinear esta semana el contorno de la próxima sesión de la Cámara de Diputados, con la que buscará extender su buena racha contra el Gobierno en medio de la coyuntura electoral.
Una vez que las listas nacionales para las elecciones intermedias del 26 de octubre estén cerradas, el conglomerado opositor buscará pasar la ambulancia entre los aliados al Gobierno para recoger a los heridos y, de esa manera, engrosar las mayorías necesarias para combatir los vetos presidenciales.
No será fácil: el Gobierno ya demostró habilidades ocultas para esquilmar las cuentas opositoras y frustrar sus objetivos, como cuando el año pasado blindó los vetos a las leyes de financiamiento universitario y recomposición jubilatoria, con la ayuda providencial de los “héroes”.
Con esa precaución, la oposición mide cada movimiento y no buscará un salto al vacío innecesario: recién dará el paso cuando pise firme y esté segura de tener los dos tercios.
No fue casual que en el temario de la sesión anterior quedara desafectado el tratamiento del veto a la emergencia para Bahía Blanca y otros distritos bonaerenses damnificados por las inundaciones en marzo pasado.
No estaban los números y no hubiera sido inteligente regalarle al Gobierno un logro pírrico que empañase la abrumadora victoria opositora del miércoles.
La estrategia opositora no está cerrada y se irá puliendo a lo largo de la semana. A priori, le pondrán a los gobernadores, especialmente a los que irrumpieron bajo la consigna pomposa del “Grito Federal”, una zanahoria delante de sus narices: los proyectos con media sanción del Senado sobre coparticipación de ATN y del impuesto a los Combustibles.
El miércoles próximo dos plenarios de comisiones buscarán avanzar con los dictámenes a esos dos proyectos que llevan el sello de los mandatarios provinciales, pero a cambio del apoyo en el recinto Unión por la Patria (UxP) exige a los gobernadores garantías de que darán quórum a la próxima sesión y que colaborarán para derribar los vetos.
La idea es que esos dictámenes funcionen como un seguro de caución que sirva para que los gobernadores se comprometan a ir contra los vetos del Gobierno nacional a los proyectos de emergencia en Discapacidad y aumento de las jubilaciones.
Si desisten de colaborar para voltear los vetos, el peronismo le retirará apoyo a los dos proyectos de coparticipación federal, según supo la Agencia Noticias Argentinas de fuentes legislativas.
Para esa misma sesión, que podría realizarse el 20 o el 27 de agosto, también se prevé la inclusión de proyectos que recibirán dictamen el miércoles, como la iniciativa para declarar la emergencia del sistema científico y tecnológico y el plan de detección temprana y lucha contra el Alzheimer.
La oposición ve la oportunidad de aprovechar esta ventana de tiempo, en plena campaña electoral, para juntar mayorías y seguir cargando contra el Gobierno en su línea de flotación, donde más le duele, que es la regla fiscal del déficit cero.
Preocupado por la posibilidad de que la oposición junte de los dos tercios para voltear los vetos, el presidente Javier Milei consumió 23 minutos de cadena nacional para explicarle a una sociedad que sufre los embates del ajuste por qué, a su criterio, es necesario que siga aguantando para defender el superávit fiscal del Gobierno, a costa de tumbar las iniciativas que tienden a reparar parcialmente el daño de ese ajuste.
El equilibrio fiscal es para el jefe de Estado el fuego sagrado del modelo económico y por eso anunció que prohibirá al Banco Central que financie con emisión al Tesoro para gastos primarios.
Y fue aún más lejos al anunciar que enviará al Congreso un extravagante proyecto para penalizar a legisladores que sancionen presupuestos que atenten contra la caja fiscal sin proponer fuentes alternativas de financiamiento.
Desde la oposición se leyó esta iniciativa como un “delirio místico”, pero lo cierto es que el Presidente utilizó la cadena nacional para dar un mensaje aleccionador y reafirmar que no negociará con nadie el próximo presupuesto, en caso de que lo vaya a presentar.
Más allá de que esta vez Javier Milei cumplió con su promesa de no insultar a opositores, a quienes acostumbraba a denostar diariamente en redes y discursos públicos tildándolos de “ratas” y “parásitos”, sigue reconociendo al Congreso como un cuerpo extraño y hostil, con capacidad de daño.
Mientras el oficialismo se entretiene con la “batalla cultural” del Presidente, el poder de fuego de la oposición aún es difícil de dimensionar en términos concretos.
Aparentemente, la mayoría de dos tercios para revertir el veto de la emergencia en Discapacidad estaría garantizada, pero para la moratoria previsional no dan los números y para el incremento del 7.2% de los haberes de la seguridad social está complicada la cuenta.
Todavía queda tiempo por delante hasta la próxima sesión y desde los dos bandos van a operar activamente para perseguir sus objetivos. En este contexto de alianzas frágiles y resbaladizas, el oficialismo juega en desventaja y no atina a hacer pie porque el canal de diálogo con los gobernadores está dañado y la coyuntura electoral no ayuda a levantar el muro defensivo que le exige la coyuntura.
Este no es el único frente en el que la oposición va a golpear esta semana: mañana, desde las 17, en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, el conglomerado volverá a la carga con el affaire de la megaestafa Libra, que es un tema muy espinoso porque apunta directamente a la responsabilidad por mal desempeño de Javier Milei y de su hermana, Karina Milei, en una maniobra fraudulenta para favorecer intereses privados utilizando la investidura presidencial.
El miércoles último, la oposición sostuvo el quórum y pudo emplazar a las comisiones que deberán tratar el proyecto del diputado “lilito” Maximiliano Ferraro para subsanar la fórmula para la conformación de autoridades.
Es una especie de fe de erratas del proyecto original que vino con un defecto de fábrica, ya que desembocó en un empate paralizante en la composición de esa comisión.