Al menos nueve personas murieron y 40 resultaron heridas en una nueva serie de ataques rusos que impactaron este lunes las ciudades ucranianas de Járkov y Zaporiyia, según informaron las autoridades locales. Los bombardeos, que utilizaron drones y misiles balísticos, afectaron principalmente a zonas residenciales y civiles.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, un dron de combate Shahed golpeó un edificio residencial, causando la muerte de seis personas y dejando a 20 más heridas, según confirmó el alcalde, Ihor Terekhov.
El Servicio Estatal de Emergencias precisó que entre las víctimas fatales se encuentran una niña de un año y un adolescente de 16, mientras que otros seis niños resultaron heridos. Un equipo de 140 efectivos de emergencias trabajaba en el lugar.
Por su parte, en la ciudad suroriental de Zaporiyia, las incursiones rusas mataron a tres personas y dejaron a otras 20 heridas, muchas de ellas en estado grave, de acuerdo con el gobernador regional, Ivan Fedorov. Los proyectiles dañaron edificios residenciales, una empresa, una parada de autobús y establecimientos comerciales, tras una alerta por misil balístico emitida previamente.
A nivel militar, la fuerza aérea de Ucrania informó que Rusia lanzó 140 drones y cuatro misiles balísticos Iskander-M durante la madrugada, de los cuales 88 drones fueron derribados. El resto de los proyectiles impactaron objetivos en 25 localidades de seis regiones del país.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no tardó en reaccionar, acusando a Rusia de haber desatado “ataques cínicos y demostrativos” contra la población civil.
Según escribió Zelenski en su cuenta de X, los bombardeos están diseñados para socavar sus conversaciones previstas con el presidente estadounidense Donald Trump en Washington este mismo lunes. La agencia de noticias Reuters informó que Trump presiona a Zelenski a abandonar Crimea y sus aspiraciones en la OTAN de cara a las negociaciones.