En un giro sorpresivo que contradice sus promesas de campaña de evitar conflictos bélicos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el bombardeo de instalaciones nucleares clave en Irán, calificando la operación como un "éxito espectacular". Los ataques, que tuvieron lugar en la madrugada iraní del sábado, destruyeron las bases de Fordow, Natanz e Isfahan, impactando con "precisión y habilidad", según Trump.
El objetivo principal de estos bombardeos era "barrer con el enriquecimiento de uranio" que Irán podría usar para fabricar armas nucleares. A pesar de la acción militar, Trump insistió en que ahora es "tiempo de paz", pero advirtió a Irán que enfrentará un "infierno" si continúa sus ataques contra Israel. Durante su breve discurso desde la Casa Blanca, el mandatario arremetió contra Irán, acusándolos de 40 años de hostilidad hacia Estados Unidos e Israel y de tener como "especialidad matar gente a través de su odio".
Trump también destacó el "trabajo en equipo" con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y agradeció a las fuerzas de ambos países por su participación. Horas antes, el presidente había anunciado el "exitoso ataque" en sus redes sociales, enfatizando que "todos los aviones están ahora de regreso a casa" y elogiando a los "grandes guerreros americanos".
Se cree que la base de Fordow, enterrada en una montaña, alberga la mayor parte del programa nuclear iraní, mientras que Natanz e Isfahan son supuestos sitios de almacenamiento de misiles balísticos. Las autoridades iraníes confirmaron los ataques y, aunque habían prometido una "réplica feroz", aclararon haber evacuado al personal de las tres centrales poco antes de los bombardeos, que fueron perpetrados por aviones B-2 que despegaron de Misuri.
Por su parte, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, reiteró que su país no reducirá sus actividades nucleares a cero. En una conversación con el presidente francés, Emmanuel Macron, Pezeshkian afirmó estar listo para cooperar y generar confianza en torno a sus actividades nucleares pacíficas, pero se negó a la reducción total. Irán, que ha negado consistentemente el desarrollo de armas nucleares, ha estado intercambiando ataques aéreos con Israel desde el 13 de junio, cuando el ejército israelí bombardeó instalaciones iraníes.