Durante los últimos 30 días, la economía argentina atravesó un período de marcada volatilidad impulsada por factores políticos. El 19 de agosto se conocieron los audios de Diego Spagnuolo, vinculados al pago de coimas, lo que deterioró la imagen del Gobierno. Poco después, las elecciones legislativas en Buenos Aires agregaron incertidumbre, primero por la previa y luego por los resultados adversos.
En este contexto, el dólar oficial saltó 15,8% en un mes, mientras que el blue avanzó 13,1%. El riesgo país duplicó su nivel, al pasar de 700 a 1.456 puntos básicos, reflejando la desconfianza de los inversores. El Banco Central aplicó inicialmente subas de tasas para contener la presión cambiaria, con plazos fijos que rozaron una TEA del 100%, pero luego redujo los rendimientos al 43,25%. La inflación en alimentos repuntó con fuerza y las reservas internacionales cayeron 5,5%, evidenciando la magnitud del ajuste en un mes de fuerte tensión.
En los últimos 30 días la economía argentina se movilizó por completo, impulsada principalmente por disparadores políticos. El 19 de agosto, hace exactamente un mes, salieron a la luz los audios de Diego Spagnuolo en lo que hablaba del pago de coimas por parte de empresas que buscaban vincularse con el Estado como prestadores. El escándalo tomó vuelto alto de forma inmediata y la imagen del Gobierno cayó de manera estrepitosa.
En el medio llegaron las elecciones legislativas Buenos Aires. Primero incidieron en la economía por la incertidumbre y luego por los resultados adversos para el Gobierno.
En este contexto, algunas de las principales variables económicas tuvieron movimientos que hasta hace unas semanas eran impensados. El dólar oficial, por ejemplo, pasó de $1.312,80 a $1.520,84 en apenas un mes, lo que significó una suba del 15,8%. Este salto en el tipo de cambio regulado no se dio en un vacío: coincidió con un escenario político convulsionado y con mayores presiones de cobertura en el mercado financiero.
El dólar oficial avanzó 15,8% en un mes, en medio de tensiones políticas y financieras.
En paralelo, el dólar blue acompañó la tendencia alcista. Avanzó de $1.340 a $1.515, con un incremento del 13,1% en treinta días. La brecha cambiaria se amplió y el mercado paralelo volvió a ser un termómetro de la desconfianza.
Riesgo país en niveles críticos
Uno de los movimientos más llamativos fue el del riesgo país, que se duplicó en un mes. Pasó de 700 a 1.456 puntos básicos, un aumento del 108%. Este salto refleja la percepción negativa de los inversores internacionales sobre la capacidad de la Argentina de cumplir con sus compromisos financieros.
La combinación de inestabilidad política y dudas respecto de las cuentas fiscales alimentó esa percepción, afectando tanto a los bonos soberanos como al acceso al crédito.
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, declaró públicamente que el Gobierno cumplirá con todos sus compromisos de deuda, incluyendo los vencimientos de bonos de julio del año que viene Sin embargo, las declaraciones del funcionario no han tenido por el momento ninguna repercusión en la puntuación del riesgo país.
Tasas de interés en baja
En el transcurso del mes, las tasas de interés atravesaron un movimiento brusco. En la previa de las elecciones, el Banco Central dispuso incrementos significativos para contener la presión cambiaria y desalentar la dolarización de carteras. En ese momento, la Tasa Efectiva Anual (TEA) promedio de los plazos fijos llegó a rozar el 100%, marcando uno de los niveles más altos del último año.
Las tasas de interés llegaron a rozar una TEA del 100% antes de las elecciones bonaerenses.
Sin embargo, tras los comicios, la entidad comenzó a desarmar parte de esa estrategia y redujo los rendimientos. Así, al 19 de septiembre, la tasa de referencia se ubicaba en 43,25%, más de seis puntos por debajo del nivel de mediados de agosto. Esta dinámica refleja un mes de fuerte volatilidad en la política monetaria, donde el alza inicial buscó contener expectativas y la baja posterior intentó aliviar el costo financiero para el sector productivo.
Inflación en alimentos: un repunte fuerte
Después de haber mostrado un leve retroceso en la última semana de agosto (-0,1%), la inflación en alimentos se aceleró en los últimos siete días y marcó una suba del 1,6%, según la medición de la consultora LCG. Este cambio, aunque parezca pequeño en términos porcentuales, resulta significativo en un rubro clave para el bolsillo de los hogares.
El incremento de los precios de la canasta básica suele tener un impacto directo en la percepción social de la inflación, con efectos inmediatos sobre el consumo y las negociaciones salariales.
Reservas en caída
El nivel de reservas internacionales del Banco Central también acusó el golpe del mes frenético. Bajaron de USD 41.705 millones a USD 39.259 millones, lo que implica una pérdida del 5,5% en treinta días.
La caída se explica por la necesidad de intervención en el mercado cambiario para contener la volatilidad, además de pagos externos que redujeron el stock disponible. Sin ir más lejos, ayer se vendieron USD 678 millones para controlar al dólar, el valor diario más alto de los últimos seis años.