Aconcagua: qué pasará con el personal y las inversiones
La compañía, que opera cinco áreas en la provincia y acumuló compromisos por más de USD 50 millones, será controlada por un consorcio integrado por Vista, Trafigura y el ex CEO de YPF. Aún no está claro si se mantendrán los planes originales
La torre de perforación A-301, propiedad del Estado mendocino, es operada por Aconcagua Energía y su continuidad será revisada tras el cambio de control accionario. Foto: Petrolera Aconcagua
Aconcagua Energía, adjudicataria del bloque Payún Oeste en Mendoza desde noviembre de 2024, atraviesa una compleja reestructuración financiera tras entrar en default en mayo de 2025. La empresa había asumido un compromiso de inversión de USD 8 millones en ese bloque, que llevaba una década inactivo, y mantenía operaciones en otras cuatro áreas productivas de la provincia. Pese a la crisis, fuentes oficiales indican que la compañía superó los compromisos de inversión en todas las concesiones otorgadas antes de diciembre de 2024.
El proceso de reestructuración avanza con el traspaso del 90% del capital accionario a Tango Energy, un consorcio conformado por Vista, Trafigura y el ex CEO de YPF, Pablo Iuliano. La operación incluye una inyección de capital de USD 36 millones y marca el inicio de una nueva etapa para la compañía. Mientras se formaliza el traspaso, Aconcagua continuará operando normalmente en Mendoza, Neuquén y Río Negro, sin despidos ni interrupción de inversiones, según trascendidos del sector.
Aunque desde el Gobierno mendocino destacan los antecedentes positivos, todavía no está claro si el nuevo grupo mantendrá la hoja de ruta trazada. La provincia monitorea el proceso para asegurar el cumplimiento de los contratos y preservar la continuidad operativa en sus yacimientos.
En noviembre de 2024, Aconcagua Energía fue adjudicada con la concesión del área Payún Oeste, en Malargüe, Mendoza, con un compromiso de inversión de 8 millones de dólares a 10 años. Seis meses más tarde, la empresa entró en default y comenzó un proceso de reestructuración que ahora avanza con el traspaso del 90% de su paquete accionario a un nuevo grupo de control.
El proceso se da mientras en Mendoza la firma mantiene operaciones en cuatro áreas productivas y, según datos oficiales, ha superado los compromisos de inversión asumidos desde que obtuvo las concesiones.
Ahora bien, en ese contexto, surge la duda de qué va a pasar con las operaciones a futuro, Por el momento, ni los nuevos dueños ni la administración saliente han dado declaraciones al respecto, pero según trascendió, todo seguirá igual al menos hasta el cambio de manos. Fuente allegadas al sector, aseguraron que, mientras se lleven adelante las conversaciones y las negociaciones, la compañía seguirá operando y cumpliendo con los estándares de sus operaciones en Mendoza, Río Negro y Neuquén.
Así mismo, la empresa seguirá cumpliendo con todos sus compromisos operativos y laborales. Dicho de otra forma, no dejará de trabajar ni despedirá trabajadores. También seguirá con el plan de inversiones preacordado con la provincia.
Lo que no está claro, es qué pasará cuando el nuevo grupo tome el control de la compañía. En principio, se presupone que se mantendrán al menos las operaciones que están en curso. Cabe recordar, que la relación de Aconcagua con Mendoza se consolidó en noviembre del año pasado, cuando el Gobierno provincial le adjudicó la operación del bloque Payún Oeste por un plazo de 25 años. El área, ubicada en el departamento de Malargüe, llevaba una década inactiva. El plan de trabajo contemplaba la reactivación de pozos, estudios geológicos, perforaciones, saneamiento de pasivos y la instalación de infraestructura para poner en marcha la producción.
Según el contrato, la firma debía invertir 8 millones de dólares en los primeros 10 años, de los cuales 7 millones serían ejecutados en los primeros cinco. La iniciativa fue presentada como una apuesta para ampliar el horizonte exploratorio y certificar nuevas reservas de hidrocarburos. A ese compromiso se sumaban inversiones ya realizadas o en curso en otras cuatro áreas en la provincia: Chañares Herrados, Puesto Pozo Cercado Oriental, Atuel Norte y Confluencia Sur.
La torre de perforación A-301, propiedad del Estado mendocino, es operada por Aconcagua Energía y su continuidad será revisada tras el cambio de control accionario
En ese contexto, Diego Trabucco, uno de los fundadores de Aconcagua, aseguró en noviembre: “Venimos erogando entre 50 y 60 millones de dólares por año en la provincia”. También mencionó el interés de la firma en participar del desarrollo de la parte mendocina de Vaca Muerta, complementando el trabajo en yacimientos convencionales.
Inversiones realizadas y cumplimiento de compromisos
De acuerdo con datos oficiales de la Dirección de Hidrocarburos del Gobierno de Mendoza, Aconcagua superó los compromisos de inversión asumidos en todas las áreas que le fueron adjudicadas antes de diciembre de 2024. En el caso de Chañares Herrados y Puesto Pozo Cercado Oriental, el compromiso inicial era de USD 28,6 millones, mientras que la inversión ejecutada superó los USD 34 millones. En Atuel Norte, la empresa comprometió USD 2 millones y ejecutó USD 2,1 millones. En Confluencia Sur, donde debía invertir USD 1,9 millones, desembolsó más de USD 9,7 millones.
En paralelo, durante 2025, Aconcagua Energía reportó inversiones adicionales por más de USD 5,47 millones en sus áreas mendocinas, según datos de la Secretaría de Energía. El detalle por yacimiento es el siguiente:
Chañares Herrados
– Reparación de pozos de petróleo: USD 2,08 millones
– Plantas de deshidratación/desalado: USD 0,85 millones
– Otras inversiones: USD 0,57 millones
– Edificios, almacenes, obras civiles y caminos: USD 0,06 millones
Confluencia Sur
– Plantas de deshidratación/desalado: USD 0,42 millones
– Obras civiles y caminos: USD 0,18 millones
– Oleoductos: USD 0,03 millones
Puesto Pozo Cercado Oriental
– Reparación de pozos: USD 1,08 millones
– Plantas de deshidratación/desalado: USD 0,04 millones
– Otras inversiones: USD 0,06 millones
Atuel Norte
– Otras inversiones: USD 0,12 millones
A esto se suman las tareas relacionadas con el equipo A-302, una torre de perforación propiedad del Estado mendocino (Impulsa Mendoza Sostenible), cuya operación fue asumida por Aconcagua. Aunque no se precisó si está en funcionamiento, el Gobierno provincial señaló que llegado el caso se convocará una reunión para revisar el contrato.
El default y la reestructuración
Pese al despliegue operativo en Mendoza y otras provincias, Aconcagua Energía entró en default en mayo de 2025. La empresa había intentado emitir deuda por USD 250 millones en Nueva York, pero tuvo que cancelar la operación ante la exigencia de una tasa de interés superior al 12% anual. Ese fracaso financiero precipitó la cesación de pagos.
El área Payún Oeste, inactiva por una década, fue adjudicada a Aconcagua Energía en noviembre de 2024 con un plan de inversión de USD 8 millones
Según información publicada en el portal rionegro.com.ar, la deuda total de Aconcagua alcanza los 447.604 millones de pesos. De ese monto, 228.027 millones corresponden a obligaciones negociables; otros 91.000 millones surgen de la adquisición diferida de activos a la petrolera Vista; y 25.693 millones son obligaciones fiscales impagas con las provincias de Neuquén y Río Negro. También se contabilizan cheques electrónicos por 12.314 millones, pagarés bursátiles por 12.947 millones y deuda bancaria por 12.790 millones de pesos.
La situación comprometió la continuidad de las operaciones de la compañía y activó un proceso de reestructuración que ahora está en etapa de cierre. Aconcagua fue fundada en 2016 por Javier Basso y Diego Trabucco, ambos con trayectoria previa en YPF. En medio de la crisis, comenzaron las negociaciones con nuevos inversores interesados en tomar el control de la firma.
Los nuevos dueños y la operación en Mendoza
A fines de julio, la empresa informó que llegó a un acuerdo de capitalización con Tango Energy, una compañía conformada por Vista, Trafigura y Pablo Iuliano, también ex CEO de YPF. El acuerdo contempla la inyección de U$S 36 millones en efectivo y la suscripción de nuevas acciones que representan el 90% del capital social de Aconcagua Energía. El 10% restante quedará en manos de sus actuales accionistas.
Vista, liderada por Miguel Galuccio, y Trafigura, controlante de Puma Energy en la Argentina, ya tenían vínculos previos con Aconcagua, tanto como acreedoras como socias en otros proyectos. Ahora pasarán a tener un rol directo en la conducción de la empresa. El acuerdo aún debe completarse formalmente, pero se espera que marque el fin del proceso de default y el inicio de una nueva etapa operativa.
Hasta diciembre de 2024, Aconcagua superó los compromisos de inversión en todas las áreas concesionadas por Mendoza
En cuanto a las operaciones en Mendoza, no se informó de forma oficial si se mantendrá al personal actual ni si se modificarán los planes de inversión. Desde el Gobierno provincial señalaron que al tratarse de un traspaso entre privados, son los propios trabajadores quienes deben consultar directamente a la empresa. De todas formas, se espera que, una vez concluida la operación, haya instancias de diálogo para revisar los contratos vigentes, incluido el del equipo A-302.
Perspectivas
El bloque Payún Oeste continúa bajo concesión de Aconcagua Energía por un plazo de 25 años. En el corto plazo, el foco estará en determinar cómo afectará el cambio de control a los compromisos asumidos por la empresa. En ese sentido, desde la Provincia señalaron que las inversiones realizadas hasta diciembre de 2024 superaron lo pactado, lo que deja un antecedente positivo. Sin embargo, aún resta conocer si el nuevo grupo accionista mantendrá la hoja de ruta trazada originalmente.
En paralelo, el desempeño de las áreas ya adjudicadas será clave para sostener la producción provincial de crudo. Chañares Herrados, Puesto Pozo Cercado Oriental, Atuel Norte y Confluencia Sur concentran buena parte del trabajo operativo que Aconcagua venía desarrollando. Las cifras de inversión de 2025 muestran que la actividad no se detuvo pese al contexto financiero adverso.
La continuidad o modificación de esa línea dependerá ahora de las decisiones de los nuevos dueños. El gobierno provincial, por su parte, sigue de cerca el proceso, atento a garantizar que se cumplan los términos de las concesiones.