Crisis
Según un informe, desde que asumió Milei cerraron más de 12.000 empresas
El presidente de Industriales Pymes Argentinos reclamó una política productiva concreta y alertó por el impacto del desempleo si se profundiza la crisis del sector
El informe del Observatorio IPA, a cargo del economista Federico Vaccarezza, señala que en marzo se perdieron 74.811 puestos de trabajo registrados y que los sectores más perjudicados fueron la industria, la construcción y la administración pública. Aunque la producción industrial mostró una recuperación interanual del 8,5% en abril, el rebote se da sobre una base muy baja y no alcanza aún a las MiPyMEs, que operan con restricciones de demanda y crédito. Además, sólo el 30% de los industriales espera mejoras en el corto plazo. El crecimiento económico, advierte el informe, es parcial y desigual, sin reflejo en el consumo, el empleo ni en el bienestar de los hogares.
El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, le exigió al Gobierno nacional definir e implementar una política destinada al sector productivo para evitar una mayor mortandad de Pymes, que está cerca de ser récord en la última década, casi al ritmo del efecto de la última pandemia. El líder industrial denunció que desde el inicio de la gestión de Javier Milei se perdieron más de 12.000 compañías debido a la recesión, la presión impositiva y las inequidades que deben enfrentar las fábricas locales ante la importación indiscriminada.
“Las condiciones macroeconómicas son importantes, pero demasiado insuficientes para que las fábricas argentinas puedan competir contra empresas extranjeras que importan en sus productos beneficios a través de subsidios, financiamiento barato y un plan para generar trabajo en sus países. Es ahora en donde el Gobierno debe demostrar si tiene un plan para el sector productivo o piensa dejarlo morir, porque el ritmo de destrucción de empresas es alarmante”, afirmó Rosato.
El presidente de IPA reclamó “una definición sobre el modelo de país que necesitan los argentinos, porque el crecimiento económico que se está manifestando sólo beneficia a sectores que no generan valor agregado, ni riquezas genuinas”. Además, alertó que “el cierre de unidades productivas se ve con claridad en la caída del empleo”, y pronosticó “una catástrofe social generada por el desempleo, si es que se mantienen las condiciones que están obligando a los sectores productivos a achicar puestos de trabajo registrados ante la caída impactante del consumo”.
Rosato aclaró que IPA es una entidad que “tiene por objetivo mantener un vínculo propositivo con el sector público para presentar problemáticas y buscar soluciones en el entramado productivo”, y destacó la importancia del diálogo que mantiene con la Secretaría Pyme nacional, a cargo de Marcos Ayerra, debido a que “a partir de ese ida y vuelta se lograron resoluciones a inconvenientes puntuales para las fábricas”. Aunque insistió en que “es necesario alinear las buenas prácticas individuales con un plan económico general del país a favor de la producción nacional”.

La preocupación surgió a partir de los resultados que mostró el informe mensual que realiza el Observatorio IPA, a cargo del economista Federico Vaccarezza, en donde quedó consignado que el efecto de las políticas de restricción del consumo, en conjunto con la apertura de importaciones y las inequidades impositivas para la competitividad local, generaron la pérdida de 12.259 unidades productivas.
A junio de este año, existen 499.371 empresas registradas, en contraste con las 511.630 que había el año pasado. Pero el dato más preocupante está en la comparación del 2025 con el pico de mortandad durante la pandemia (registrado en 2021, cuando apenas sobrevivieron 489.366 firmas), ya que en la actualidad existen apenas unas 10.000 compañías más que cuando la crisis sanitaria había obligado al cierre de 17.281 unidades productivas, según datos surgidos de la Superintendencia de Riesgo del trabajo (SRT).
El informe del Observatorio IPA señaló que “en marzo, la economía consolidó su recuperación con un crecimiento interanual del 5,6%, aunque la caída mensual del 1,8% sugiere cierta volatilidad tras cinco meses de suba”; y si bien enfatizó que “el primer trimestre marcó la salida técnica de la recesión”, aclaró que lo hizo “desde una base comparativa relativamente baja”.
Rebote desigual
La preocupación está instalada en las persistentes “tensiones sobre el esquema nominal, con inflación alta y un tipo de cambio bajo presión”. “Hasta el momento, el rebote ha sido sectorialmente desigual: lidera la intermediación financiera (+29,3?%) mientras que, todavía persiste el rezago en sectores intensivos en empleo”, alertó.
El impacto golpeó de lleno en el empleo registrado, que “cayó 0,8?% interanual en marzo, con una pérdida neta de 74.811 puestos”, aunque aclaró que “se modera el ritmo de destrucción frente al pico de 2024”. “La contracción se concentró en sectores públicos e intensivos en mano de obra: Administración Pública (-31.792), industria (-18.172) y construcción (-14.413)”, destacó.
El informe de junio del Observatorio IPA señaló que “la producción industrial creció 8,5% interanual en abril, registrando el quinto mes consecutivo de mejora, aunque aún sobre niveles bajos y contra una base de comparación muy deprimida (abril 2024: -16,5%)”. También consignó que “catorce de los dieciséis sectores relevados mostraron subas, destacándose Muebles (+36,2%), Maquinaria (+19,6%) y Alimentos (+9,6%)”.
Los datos oficiales mostraron que rubros como Químicos (-0,3?%) y Metales (-7?%) continúan en contracción. “El acumulado anual exhibe un alza del 6,7?%, pero las MiPyMEs manufactureras operan aún muy por debajo de estos registros, debido a restricciones de demanda y acceso al crédito. Solo el 30,4?% de los industriales espera mejoras en el corto plazo, mientras que el 69,6?% prevé el estancamiento o deterioro. La recuperación sectorial es apenas parcial, sesgada y con marcada divergencia entre las grandes empresas y pymes”, alertó.
“La economía crece, pero con bases frágiles: el rebote se explica por el agro, el petróleo y el sistema financiero, mientras que el consumo, la industria y el empleo siguen rezagados. La inflación baja, pero no logra reactivar la demanda. Las reservas crecen por deuda, no por exportaciones. La industria PyME sigue en crisis y la recuperación aún no se siente en la mayoría de los hogares. Sin inversión productiva ni mejora del ingreso real, el escenario es de estabilización parcial”, afirmó el informe del Observatorio IPA.