Miguel Ángel Pesce alertó sobre un nuevo récord de fuga de capitales, que alcanzó los USD 23.000 millones hasta septiembre. Según el expresidente del Banco Central, el proceso se intensificó tras el acuerdo con el FMI y continúa en niveles elevados. Advirtió que esta demanda excepcional de divisas agrava la escasez de dólares y obliga al país a financiarse con deuda o reservas.
Además, criticó el atraso en obras estratégicas como el gasoducto Néstor Kirchner y la infraestructura para exportar petróleo desde Vaca Muerta. También descartó la dolarización por falta de reservas suficientes —se necesitarían entre USD 42.000 y 50.000 millones— y recordó que la Corte Suprema la declaró inconstitucional en 2023.
El expresidente del Banco Central Miguel Angel Pesce alertó hoy que la economía argentina sufre un nuevo récord de fuga de capitales que calculó en unos USD 23.000 millones hasta septiembre.
Pesce detalló que esta situación se viene dando desde que se llegó al acuerdo con el fondo en abril, y marcó que “en octubre la cifra fue similar a la de septiembre, unos USD 6 mil millones”.
En diálogo con Splendid AM 990, el economista subrayó que esta demanda extraordinaria agrava la situación cambiaria, especialmente porque la balanza “no alcanzaba para las operaciones regulares”.
El impacto de la fuga de capitales se suma a un persistente problema de “falta de dólares”, derivado de un saldo comercial bajo, inferior a US$ 1.000 millones mensuales, flujo que no es suficiente “ni para pagar los servicios reales”.
Esta situación obliga al país a “recorrer al financiamiento, endeudamiento, uso de reservas y demás cuestiones”, añadió Pesce.
Además de la fuga, el sistema cambiario se ve presionado por otras demandas que el gobierno facilitó, incluyendo los viajes al exterior y las importaciones directas a través de Currier. En consecuencia, Pesce fue categórico: “la balanza cambiaria no aguanta esto”.
Según Pesce, el BCRA debería tener USD 50.000 millones de reservas para poder dolarizar
También criticó la falta de atención a la economía real, mencionando las demoras en proyectos clave. Citó la no realización de la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner y el retraso en las obras de infraestructura que permitirían exportar el petróleo de Vaca Muerta, las cuales “recién van a estar operativas a fines del 26 y completamente en uso a fines del año 27”.
En el marco de esta escasez de divisas, Pesce descartó las propuestas de dolarización, al considerarlas inviables debido a la necesidad crítica de reservas. Según sus cálculos, se requieren entre USD 42.000 y USD 50.000 millones para poder dolarizar.
El motivo es que se debe cubrir no solo la moneda circulante (alrededor de USD 16.000 millones), sino también los depósitos bancarios, que ascienden a “USD 86.000 millones”.
Pesce concluyó que “no hay manera de dolarizar, salvo que se quiera hacer un salto al vacío o provocar una devaluación fuertísima”.
Finalmente, el economista recordó que, además de la falta de fondos, la dolarización enfrenta barreras legales, citando que en septiembre de 2023 la Corte Suprema la declaró inconstitucional.
Esto se debe a que la Carta Magna estipula que “el Estado fija el valor de de la moneda y su relación con las otras monedas”, y que la existencia de un Banco Central es obligatoria por la reforma constitucional de 1994.