Hernán Letchner:
“El Gobierno ya gastó U$S 80.000 millones para evitar una corrida”
El titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) explica la situación que atraviesa la economía del país y analiza las opciones que tiene el Gobierno.A nivel de opciones, el gobierno intenta evitar una devaluación o un nuevo cepo por su alto costo electoral y sus efectos inflacionarios. Sin embargo, Letchner advierte que el mero anuncio de un "veranito" de dólares, como un swap o un préstamo de EE. UU., solo sería una solución de corto plazo (pan para hoy y hambre para mañana). Además, el análisis macro se complementa con una mala situación microeconómica: el consumo de la gente ha caído, las ventas de supermercados en algunas provincias han descendido casi un 11% en unidades y el sector pyme está en crisis, afectado por la imposibilidad de descontar cheques a tasas tan altas. El economista concluye que ninguna de las posibles salidas actuales muestra un recorrido que garantice una mejora en el consumo y la vida de la gente a corto o mediano plazo.
-Venimos de días muy delicados para la economía y estamos con Hernán Letchner director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). ¿Qué escenario ves vos?
-Está difícil explicar porque todo cambia muy rápido. Es un Gobierno que ha llevado la cuestión cambiaria a un punto tal, que ahora necesita un salvavidas urgente, ya no en clave de swap o de anuncio. Ahora necesita que aparezca el dinero en serio, porque el mercado está demandando eso. Esto pasa luego de una serie de rotundos fracasos vinculados a como administró la cuestión monetaria, y en el último tiempo también la cuestión cambiaria.
Quizá en este aspecto, el último de los errores no forzados fue la implementación de la baja de retenciones a cero, que no solo se la quedaron un puñado de empresas exportadoras de granos, y que le generaron un costo de 1.500 millones de dólares; sino que además cuando uno analiza que compraron solo 2.200 millones de dólares y le agregas el costo fiscal, terminaste comprando dólares a 2.300 pesos.
Todo fue polémico porque fue un anuncio que el campo celebró un montón. Se bajaban las retenciones, se eliminaban por un periodo de tiempo breve, era una oportunidad para liquidar sin retenciones. Después se encontraron que no pudieron vender nada, básicamente porque todo el cupo se lo ocuparon los grandes exportadores.
Los exportadores tienen espalda para adelantar el dinero. Ellos declararon las exportaciones de grano que iban a hacer con retención cero. El tope eran U$S 7.000 millones. Lo pudieron hacer los grandes, Cargill, Bunge, las principales empresas que a los 3 días tenían que adelantar el 90% de esa exportación. El problema es que la ventana para declarar duró 48 horas. Cuando se cerró esa ventana, el beneficio de retención cero no existió más, con lo cual el precio volvió a tener retención. Dicho de manera sencilla, cuando se dan vuelta y le quieren comprar al productor, le pagan un precio que incluye la retención.
-Está bien que está todo complicado como vos marcas, todo cambia minuto a minuto. Faltan 20 días para las elecciones. ¿Qué puede pasar el lunes 27?
-Pensé que me ibas a preguntar que puede pasar este lunes. Argentina tuvo un escenario de tensiones cambiarias muy fuertes, vendieron U$S 1.000 millones después del resultado electoral. En realidad, el resultado electoral de la provincia de Buenos Aires, catalizó las dudas que ya tenía antes el mercado. El problema es que faltan dólares, hay que pagar U$S 4.500 millones en enero y no están. Tenías 2.000, te gastaste 1.500 ¿y quién lo pone? Estamos todos discutiendo quién lo pone. El campo te liquida pero de eso te vas a gastar un poco. Con lo cual no cierra el fundamento del programa en términos cambiarios.
-¿Qué opciones le quedan al Gobierno?
-En los últimos dos días volvimos a foja cero. Riesgo país arriba de 1.200 puntos y el Gobierno no puede rolear deuda. Por los dólares que salen, en los últimos 3 días, se gastaron al menos 1.000 millones de dólares. Volvimos a foja cero. Algo tienen que hacer. Las opciones no son muchas. Yo diría tres. Una es sacar un conejo de la galera, algo que le permita ganar tiempo.
-¿Pero cuántos conejos van a sacar? Porque ya sacaron el conejo de la galera con el posible acuerdo con Estados Unidos y el efecto del anuncio no duró nada.
-Después repasamos cuáles son los conejos que sacaron desde mitad del año pasado, porque son importantes y es un buen driver para entender la dinámica de lo que hicieron. Pero en concreto hoy lo que necesitan es que Estados Unidos diga que enviará determinada cantidad de dólares un día definido, el miércoles supongamos. Pero Estados Unidos está complicado también porque cuando hicieron el anuncio de que nos enviarían dinero, los farmers de allá dijeron: "¿Qué están haciendo?". Es que Trump puso aranceles, entonces China no le compra soja y los productores agrarios le estaban pidiendo un subsidio. De pronto ven que aquí vendían sin retenciones y que además íbamos a recibir U$S 20.000 millones, justo cuando estaban discutiendo el presupuesto.
El Gobierno necesita un anuncio concreto, no un tweet. Ya se supo que al final Estados Unidos no va a comprar bonos y no va a prestar dólares vía FSE, al menos por ahora. Queda el swap y ahí hay un montón de discusiones. ¿Cómo va a ser? ¿Cuánto nos van a dar? ¿Lo dan cash o hay que levantar el swap con China? Hay muchas discusiones y ni siquiera estamos preguntando qué está pidiendo a cambio Estados Unidos.
El mercado el lunes abrirá con la expectativa de que algún anuncio solucione algo. Si no hay una respuesta, el Gobierno seguirá vendiendo dólares. Quedan 15 días hábiles hasta las elecciones, se puede pensar que es poco tiempo pero es una eternidad. Si por día se venden U$S 500 millones, en 15 días hacen falta 7.500 millones de dólares para contener una eventual corrida. El Gobierno quiere que aparezca ese dinero.
¿Hay otras opciones? Sí, pero el Gobierno trata de que no se produzcan porque tienen efecto electoral significativo que son devaluar o volver a poner el cepo.
-Si hay una devaluación, ¿de cuánto sería?
-Es difícil estimarlo porque a mitad del año pasado y hasta hace 2 meses atrás, nosotros discutíamos cuál era el tipo de cambio que tenía que haber para que funcionara la economía y que no se fueran los dólares. El problema es que eso quedó viejo. Como el Gobierno necesita acumular dólares, ya no es suficiente que vaya a un tipo de cambio de equilibrio. Con un tipo de cambio de equilibrio no se me van los dólares, pero no los acumulo. Da la impresión que a esta altura hay que tener un dólar más alto para poder acumular, para poder hacer el repago, porque si no todos seguimos pensando que el dólar sigue estando barato. Es complicada la salida y por eso tenemos las fluctuaciones que tenemos. Obviamente eso impacta en materia inflacionaria, y por eso el Gobierno va a intentar evitarlo. El Gobierno eligió aguantar el dólar barato en modo electoral para llegar a octubre, pero todo se adelantó y la fecha de las elecciones parece que está cada vez más lejos.
¿Y cómo hizo para llegar hasta hoy? Aguantó los primeros tres meses, después metió 20.000 millones del blanqueo. Después metió otros 15.000 millones del dólar blend, 10.000 millones con los bopreales y 3.000 millones de dólares por repo. Llegó también el préstamo del Fondo Monetario con 14 mil millones. Emitieron hace un par de meses atrás un bono por 1.500 millones. La baja de retenciones anterior que hicieron que venció el 30 de junio, dejó un diferencial de 8.000 millones de dólares, más 6.000 millones por préstamos de organismos multilaterales. En el medio anunciaron el dólar colchón que no funcionó.
Todo esto suma unos 80.000 millones de dólares y no alcanzaron. Eso es lo que ve el mercado. ¿Te siguen faltando? Por eso creo que si el Gobierno piensa en enchufar algunos dólares más vía un repo ahora, es pan para hoy y hambre para mañana. Es profundizar este mismo camino.
-Ese listado de medidas es una buena descripción de todo lo que ha pasado. Me parece que falta algo que creo que ha sido el principal fracaso del Gobierno o la apuesta que nunca se concretó, que fue el RIGI. Ellos apostaban a que llegaran inversiones millonarias, pero fue una ilusión que nunca se terminó de concretar. Esos dólares a los que apostaban que iban a venir en una Argentina con un clima de negocios distinto, no se reflejaron en inversiones concretas.
-Sí, de hecho, los datos publicados de Inversión Extranjera Directa del Banco Central o del Indec, a finales del año pasado dieron negativo. Evidentemente el régimen no funcionó y querían que fuera la inyección de dólares, porque querían empalmarlo con el desarrollo de Vaca Muerta y las explotaciones de litio, entre otras cosas, pero nunca pasó. Ahí hay varias cuestiones, algunas tienen que ver con el RIGI, otras tienen que ver con la inestabilidad macroeconómica que evidentemente sobrevuela y también con el tipo de cambio que el Gobierno mantuvo. Todas esas cuestiones pesan.
Cuando vos querés hacer un régimen de inversiones, tenés que hacer concesiones. Esto es así. Pero esas concesiones tienen que estar asociadas con la solución del problema que quiero abordar. En este caso, por ejemplo, con el RIGI. Si el Gobierno creía que la cuestión era fiscal, bueno, debían haberse puesto la gorra en las cuestiones fiscales, si no no hubieran sido tan generosos. El RIGI es generoso en todos los aspectos. Te baja los impuestos, te baja los derechos de exportación, no tienen obligación de contratar personal, no tenés que liquidar los dólares acá, eso estructuralmente está mal si querías juntar dólares.
De los 20 ó 21 proyectos en términos potenciales que hay, se van a generar en teoría 3.500 puestos de trabajo. En términos laborales no sirvió de nada. Tampoco deja desarrollo tecnológico porque pueden traer todo de afuera y sin aranceles y las que producen aquí tienen que pagar impuestos y aranceles si necesitan insumos.
-Hemos hablado de cómo está la macro y las decisiones que ha tomado el Gobierno. ¿Qué análisis haces de lo que está pasando en la micro? Cae el consumo, las ventas, los comercios no están bien y las Pymes tampoco.
-Nosotros publicamos con el CEPA Mendoza un informe sobre la venta de supermercados en Mendoza. Cuando ves las ventas en unidades, la caída es de casi el 11%. La gente está consumiendo en promedio 11% menos. Podríamos decir que está viviendo 11% peor. En Mendoza cerraron prácticamente 900 empresas, y la mayoría son Pymes y del sector industrial. El escenario es malo, el salario no se ha recuperado y los datos de inflación para septiembre no son muy positivos.
Voló todo por los aires por los errores no forzados en materia monetaria del Gobierno, con la tasa que empezó a tener una volatilidad fenomenal. Para las empresas descontar un cheque al 85% es inviable, con lo cual la estabilidad que valoraban quedó destrozada por la volatilidad de la taza.
-¿Qué ves vos para adelante?
-Cualquiera de las soluciones que les planteé antes no muestran un recorrido que mejore el consumo, la vida de la gente y la vida de las empresas. Si logran que Estados Unidos les de algunos dólares, va a pasar lo que pasó antes. No sé cuánto le van a durar. Pero supongamos que vienen dos meses de veranito, después el impacto lo tenés en materia cambiaria, monetaria y en la vida cotidiana de la gente.