José Luis Alvarez
Ceteris paribus
En contraposición a las quejas presidenciales, usted señala que la falta de confianza e inversiones (el "riesgo Milei") se debe a las acciones del propio gobierno, como el intento de nombrar jueces por decreto, que minan la seguridad jurídica, y critica el desconocimiento de las reglas democráticas al no presentar un presupuesto y luego culpar al Congreso por las leyes de gasto. Finalmente, resalta que, en lugar de reducir impuestos, el gobierno debería enfocarse en combatir seriamente la evasión fiscal, estimada en un 4% del PBI, lo que proporcionaría los fondos necesarios para cumplir con las leyes. Su análisis concluye con un llamado a la ciudadanía a rechazar esta política que busca "dejar constante todo lo que no es de su agrado" y a exigir un gobierno que se haga cargo de los problemas de todos, en lugar de gobernar solo para un grupo reducido.
"Ceteris paribus" es una locución latina que significa "todo lo demás constante". Es una herramienta metodológica fundamental en economía que se utiliza para aislar la relación entre dos variables específicas como el precio y la demanda, asumiendo que el resto de los factores que podrían influir se mantienen sin cambios.
La función es simplificar el análisis de sistemas complejos, permitiendo a los economistas estudiar relaciones de causa y efecto de manera aislada y construir modelos teóricos, con la limitación de que no es realista, ya que en la economía real múltiples variables cambian simultáneamente, especialmente en el largo plazo.
En política el concepto “ceteris paribus” no existe porque de nada sirve aislar variables como la opinión pública, los intereses de grupos, la economía global, la geopolítica y los eventos sociales están siempre interrelacionadas y cambian a la vez y no sirve de nada analizar independientemente cada variable.

Milei resalta una y otra vez que su política económica no tiene fallas, sino que el Congreso, con sus necesidades de ponerle palos en la rueda, ha generado el descreimiento de sus políticas e hizo que el riesgo país por ejemplo superar los mil puntos y que ha tenido que ser rescatado al no tener acceso a los mercados primero por el Fondo Monetario y ahora por el tesoro de EEUU.
Lamentablemente no pudo dejar ceteris paribus a la política que eso sería ni más ni menos que un régimen totalitario, donde nadie debería tener sus propias opiniones, porque le afectan el régimen que quiere imponer.
La queja de Milei revela la frustración de quien esperaba aplicar un modelo económico en un laboratorio ideal, pero choca con la dinámica inherentemente impredecible y compleja de la democracia.
El presidente dice que el Congreso es el principal foco de violencia institucional contra su gobierno, al impulsar proyectos que, según denunció, buscan destruir todo lo que construyo con mucho esfuerzo, y en un momento de sincericidio dijo también que la oposición de haberle cerrado los mercados, o por el riesgo Kuka, nunca asume el riesgo Milei?.
Tratar de nombrar jueces de la Corte por decreto, atenta con la tan remanida frase de seguridad jurídica y no se preguntan porque no hay inversiones extranjeras o nacionales a pesar de haber entregado unas facilidades como las del RIGI, el riesgo es Milei y sus fuerzas del cielo que no generan confianza, ni más ni menos siendo ellos los que dicen que si nos tenemos que arrodillar, para conseguir una inversión, lo haremos. Basta recordar la bilateral con EEUU donde quedó evidenciada la debilidad del gobierno y con tal que les digan que son buenos, aunque sea vía tuit, aceptan cualquier trato.
La queja de la sanción de leyes que aumentan el gasto sin financiamiento, les aviso se llama democracia y si optaron no tener presupuesto, no pueden pedir que la oposición resuelva lo que tiene establecido como función el jefe de gabinete de ministros que es la facultad de asignar y reasignar partidas del presupuesto que eligieron no tener.
El presidente expresó su expectativa de que, tras las elecciones del 26 de octubre, se configure un Congreso más reformista, que permita una gran modificación tributaria y una reforma laboral, en criollo sería aumentar ganancias de los empresarios y quitar derechos a los trabajadores.
Un dato del que no hablan en el gobierno nacional es la evasión y surgió en el coloquio de IDEA, Nicolás Braun al frente de la cadena de supermercados La Anónima dijo “Me llama la atención que las autoridades no combatan en serio la evasión. El Estado se tiene que poner los pantalones y combatir en serio la evasión que llega al 4% del PBI”, de eso no se habla, pero los consumidores, aunque parezca mentira son los que pagan los impuestos, no las empresas y ya está probado que si sacan impuestos los precios no bajan, lo que se hace es aumentar márgenes de ganancias. Si trabaja en controlar la evasión tiene los fondos necesarios para cumplir con las leyes que le voto el congreso.
Veremos después del domingo si esta política Ceteris Paribus que quieren imponernos, en dejar constante todo lo que no es de su agrado se revierte y somos capaces de decirle al gobierno, por ahí no es y que reclamemos en un estado democrático el deber ser de un gobierno que se hace cargo de los problemas de todos y no sólo que gobiernen para un reducido grupo al que ni siquiera los dejan ser parte.
