Un error humano creó esta maravilla natural

El géiser Fly es una reserva de agua subterránea que es resultado de dos perforaciones fallidas.

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El géiser Fly, situado en el remoto rancho privado del mismo nombre en el norte de Nevada, Estados Unidos, es una maravilla de la naturaleza, aunque su existencia se debe en gran parte a la intervención accidental del ser humano. Esta colorida y sobrenatural formación se ha convertido en una de las atracciones más singulares e "instagrameables" de los Llanos Geotérmicos de Hualapai.

El origen natural del fenómeno está en una reserva de agua subterránea que yace sobre una capa de roca ardiente, en una región conocida por su actividad sísmica y movimientos de placas tectónicas. A pesar de su base natural, el géiser que vemos hoy es resultado de dos perforaciones fallidas.

El primer incidente ocurrió en 1916, cuando se buscaba un pozo de irrigación. Al perforar, los trabajadores encontraron agua a una temperatura casi hirviente (93°C), lo que la hacía inútil para la agricultura. El pozo fue abandonado y, con el tiempo, los minerales del agua formaron un cono de 3.7 metros.

El segundo y crucial evento se dio en 1964. Una compañía geotérmica perforó un segundo pozo muy cerca del primero, buscando una fuente de energía. Sin embargo, el agua no estaba lo suficientemente caliente para sus propósitos. Aunque se intentó sellar el pozo, el tapón se rompió, liberando el agua con una presión tan alta que el primer géiser fue eclipsado por esta nueva y poderosa formación.

Desde entonces, el flujo continuo de agua, rica en minerales como sílice y carbonato de calcio, ha dado forma a nuevos conos y estanques de travertino. El conjunto actual es impresionante: un montículo de 8 metros de altura del que sobresalen varios conos de unos 2 metros. Tres de ellos son especialmente prominentes y están teñidos de vibrantes colores verde y rojo. Estos tonos se deben a las algas termofílicas, que prosperan en las condiciones húmedas y calientes de la zona, cubriendo los conos y creando un espectáculo visual que parece sacado de una película de ciencia ficción.

El géiser arroja chorros de agua que se elevan más de un metro y medio en el aire de forma constante. Este impresionante paisaje, que contrasta dramáticamente con el yermo y llano desierto que lo rodea, es un testamento de cómo un error humano y la geología se pueden combinar para crear una de las formaciones más inusuales y bellas de la Tierra.

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