Sigue la polémica por el proyecto que propone un impuesto a los gases de las vacas
La diputada Lucía Klug impulsa un proyecto para crear la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires. También aplica a los eructos.
El Gobierno Nacional hizo mención al impuesto que presentó la diputada provincial Lucía Lorena Klug (Unión por la Patria) sobre cobrar un impuesto al gas metano que emiten las vacas a través de sus flatulencias y eructos. “Sería absurdo. Es pegarse un tiro en el pie”, indicó el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne.
El funcionario se refirió al proyecto presentado en la Legislatura bonaerense, que propone cobrar un impuesto a los flatos y eructos de las vacas y busca crear la “Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA)”.
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En declaraciones a Radio Rivadavia, Lavigne se mostró indignado frente al nuevo impuesto que propuso la diputada kirchnerista Klug, cercana a Juan Grabois.
“Están al revés de lo que se intenta hacer”, sostuvo y agregó: “Empezar a hacer todo este tipo de impuestos lo único que genera es impedir al productor tener una certidumbre de cómo va a ser su negocio para los próximos dos años, e intentar incentivar a que no suceda”.
A su vez, respaldó al sector agropecuario y ganadero del país, y afirmó que “son los que te mueven la economía argentina en general”.
Por otro lado, el Secretario de Coordinación Productiva se refirió a los valores que tienen los juguetes en Argentina de cara a Navidad. Comparado con la región, el país tiene una brecha de 75% entre precios de juguetes.
Impuesto a las flatulencia de vacas
La diputada Lucía Klug impulsa un proyecto para crear la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA), destinada a gravar las emisiones de gas generadas por la ganadería.
En diálogo con Infobae, la legisladora afirmó que se trata de un tema ampliamente discutido en convenciones internacionales y respaldado por estudios científicos.
Klug afirmó que pese a que sus detractores habían puesto el foco en el impacto monetario, la medida no es “fiscalista” sino que se trata de una herramienta ambiental.
“Lo que buscamos es promover mecanismos de responsabilidad extendida del productor, que ya se aplican en numerosos sectores. La lógica es simple: aquello que producís y ponés en el mercado, si genera un impacto, tiene que ir acompañado de medidas para mitigarlo”, dijo.
“Eso puede tomar la forma de una tasa, sí, pero también de otras acciones que reduzcan emisiones. Y existen muchos ejemplos. Uno muy exitoso es el de un feedlot en Coronel Rosales —una de las actividades que más gases genera— que logró reconvertirse en una planta de biogás", agregó.