Quiénes fueron los únicos beneficiados por la eliminación de las retenciones

La medida de retenciones cero duró apenas tres días y terminó beneficiando exclusivamente a las grandes cerealeras. Los productores no pudieron aprovecharla y el Estado perdió ingresos por unos USD 1.500 millones, según especialistas.

Trascendió que una sola empresa liquidó USD 4.200 millones, el 60% del cupo total.
ECONOMIA

La eliminación temporal de las retenciones al agro, que estuvo vigente durante apenas tres días, abrió un fuerte debate en el sector y expuso un resultado inesperado: los únicos que lograron capitalizar la medida fueron las grandes cerealeras. Ni los productores ni el fisco se vieron favorecidos, de acuerdo con expertos y referentes de la cadena.

Según trascendió en fuentes del mercado, una de las principales compañías exportadoras inscribió operaciones por USD 4.200 millones, equivalentes al 60% del cupo total. En conjunto, las firmas anotaron embarques por cerca de USD 7.000 millones, lo que cerró el régimen de manera anticipada, cuando originalmente estaba previsto que se extendiera hasta el 31 de octubre.

La verdad detrás del esquema

La operatoria habilitada por el Ministerio de Economía permitió que las exportadoras registraran Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) sin limitaciones ni condiciones. El periodista especializado Matías Longoni detalló que esto posibilitó a las compañías asegurarse ventas de granos aun sin haberlos comprado previamente.

“La soja que adquirieron antes de esta semana ya la habían pagado descontando retenciones, y ahora podrán exportarla sin tributar al fisco”, explicó. En su análisis, la maniobra implicó que unos USD 1.500 millones en concepto de derechos de exportación dejaran de ingresar al Estado.

Longoni advirtió que, en consecuencia, “ni los productores ni el fisco recibirán esa plata. Quedará en manos de una decena de grandes empresas agroexportadoras, que funcionaron como proveedoras de divisas rápidas para el Gobierno”.

El efecto en productores y Estado

El resultado de la medida fue doblemente negativo: los productores no pudieron aprovechar la ventana de retenciones cero, ya que el cupo se agotó antes de que pudieran reaccionar, y el Estado perdió la posibilidad de recaudar un monto significativo.

De hecho, el propio Longoni comparó la situación con episodios pasados, como el de 2007, cuando las exportadoras anticiparon ventas para evitar un aumento de las alícuotas dispuesto por Cristina Kirchner al inicio de su presidencia. En aquel momento, la respuesta política fue la resolución 125, que derivó en el conflicto con el campo.

En este caso, el periodista recordó que existía una herramienta jurídica para limitar estas maniobras: la Ley Martínez Raymonda, promovida en tiempos de Raúl Alfonsín, que exigía a las cerealeras tener el grano en su poder antes de registrar las DJVE. Esa norma se aplicó en distintos gobiernos, incluso durante la gestión de Mauricio Macri en 2018, aunque en la actualidad se presume derogada.

Qué dicen los cerealeros

Desde el propio ámbito cerealero, consultado por la agencia Noticias Argentinas, reconocieron que se trató de una decisión oficial. “El que quiso vendió y el que no quiso no lo hizo”, señalaron, y admitieron que hubo un efecto inmediato, al que compararon con una “Puerta 12”.

“Obviamente no fue ganancia cero. Aunque es cierto que, ni ellos ni nosotros, obtuvimos los beneficios que hubiéramos tenido en un contexto de retenciones cero permanentes”, añadieron. Además, justificaron que el Gobierno enfrentaba una situación crítica de divisas: “Antes de apuntar al sector deberían pensar en lo mal que estaba el Gobierno el viernes último en materia de reservas. Estaban en el fondo del mar”.

Los responsables políticos

La crítica más dura apuntó a los funcionarios que diseñaron la medida. Longoni señaló directamente a Luis Caputo, ministro de Economía, y a Juan Pazo, secretario de Finanzas, como responsables de habilitar un esquema sin controles. “Contra los operadores de una mesa de una cerealera, son nenes de pecho, alumnos de primer grado”, ironizó.

Según su visión, los exportadores actuaron dentro de la legalidad, pero aprovecharon la “necesidad y la ingenuidad” del Gobierno, que buscaba desesperadamente dólares en la antesala de las elecciones. “Con el aval del propio Estado, tendieron el mantel para que las cerealeras hicieran un picnic”, graficó.

La consecuencia, anticipó, será un deterioro mayor en la confianza de los productores hacia la administración de Javier Milei y un alivio temporal para las reservas del Banco Central, que recibirá las divisas anticipadas.

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