Clima enrarecido para la elección de presidente de la Suprema Corte

Esta semana los siete integrantes del máximo tribunal deberían elegir al próximo presidente. Aunque parezca mentira, el resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre podría incidir directamente en la votación de los supremos.

POLITICA

Para entender la complejidad de la elección de presidente de la Suprema Corte de Justicia antes hay que hacer un breve repaso del mapa de poder dentro del máximo tribunal. Hoy el presidente es Dalmiro Garay, exministro de Gobierno de Alfredo Cornejo y directamente vinculado al jefe del Ejecutivo provincial. Cuenta con el respaldo de las juezas Teresa Day y Norma Llatser, pero es resistido por los otros cuatro magistrados del máximo tribunal: Omar Palermo, Julio Gómez, Mario Adaro y José Valerio. Las matemáticas indican que Garay dejaría de ser presidente de la Corte, pero en política -y la Corte es política- no siembre 2 + 2 es 4. 

A priori, las conversaciones en el máximo tribunal apuntan a que sea otra persona la que presida el máximo tribunal. Los nombres que suenan son varios pero eso no significa que el de Dalmiro Garay esté descartado. A pesar de que cuatro magistrados prefieren evitar la reelección, existen condicionantes que podrían torcer esa pretensión. Sobre todo luego de que el oficialismo se quedara con el 54% de los votos en las elecciones legislativas quedando cerca de conseguir los dos tercios de los legisladores.

Antes del 26 de octubre los cuatro jueces "díscolos" se ilusionaban con poner al próximo presidente de la Corte terminando con la hegemonía de Dalmiro Garay. Pero ahora algunos temen con las consecuencias de desafiar directamente al gobernador Alfredo Cornejo. Con el voto de dos tercios de los legisladores se puede destituir a un juez de la Corte algunos se ven reflejados en el presente incierto del juez de Ejecución Penal Sebastián Sarmiento, cuyo futuro está atado a lo que resuelva el Jury de Enjuiciamiento.

Alfredo Cornejo afirmó que Mario Adaro y Omar Palermo son jueces "pro vagos". También está enfrentado con José Valerio.

En palabras más sencillas, hay jueces que le tienen miedo al gobernador a pesar de que la justicia debería ser un poder independiente. Eso ha afectado la discusión y los que se ilusionaban con poner a Julio Gómez como presidente ahora ofrecen votar a Teresa Day o Norma Llatser con tal de que Garay no siga conduciendo el Poder Judicial. Hasta habrían ofrecido que Garay sea presidente del Consejo de la Magistratura. Bajaron el copete.

Pero el temor incluso suena un poco exagerado. Casi una excusa. En el medio también se están discutiendo acordadas, concursos y ascensos. El bloque de cuatro jueces díscolos ya no se ve tan sólido como antes. Por eso no es descabellado pensar que Garay pueda ser reelecto.

Si eso ocurre el exministro de Gobierno de Alfredo Cornejo podría llegar a cumplir siete años como presidente del máximo tribunal. El 23 de noviembre terminaría su mandato y podría ser reelecto por dos años más. Tomó las riendas en 2020 tras la renuncia de Jorge Nanclares, fue electo presidente en 2021 y reelecto en 2023. 

Con la nueva ley de la Corte, para ser electo presidente en una primera y segunda vuelta de votación se requiere contar con al menos 5 de los 7 votos de los ministros. En caso de no contar con los votos en un primera y segunda vuelta, se realiza una tercera votación donde solo se necesita la mayoría de votos. 

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