Buscan "salvar" de la privatización al complejo turístico de Chapadmalal
Como alternativa a la privatización, se propuso estudiar otras maneras de sostener el turismo social mediante subsidios, vouchers o convenios con privados.
El diputado provincial Gustavo Pulti presentó a los trabajadores de los hoteles que integran la Unidad Turística de Chapadmalal el proyecto que elevó a la Legislatura bonaerense, en el que reclama la preservación del patrimonio público y la continuidad del turismo social.
Fue luego de que el Concejo Deliberante de General Pueyrredón archivara dos proyectos que buscaban frenar la privatización impulsada por el Gobierno nacional por declararla de “innecesariedad”.
Entre la posición opositora de respetar la función social del Complejo de Chapadmalal, más allá del déficit actual, y la prooficialista, que impulsa la privatización, surgió como alternativa intermedia estudiar otras maneras de sostenerlo mediante subsidios, vouchers o convenios con privados.
Cerca de donde se emplazan las unidades turísticas, desde hace 40 años se erige un complejo vacacional cooperativo, RCT, gestionado en forma democrática por sus asociados, que nació bajo la orientación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Cooperativismo y solidaridad
El cooperativismo se ofrece como una herramienta aplicada a un mundo con más solidaridad y justicia social, según pregonan sus cultores.
Lo cierto es que Residencias Cooperativas de Turismo sobrevivió con perfil cooperativo, sin más contribuciones que las de sus propios asociados, a crisis como la hiperinflación de los ´90, el estallido de la convertibilidad, en 2001.
Fue gracias a una gestión administrativa eficiente y a una estrategia de marketing que los llevó a integrarse a RCI internacional en el sistema de tiempos compartidos y dar un salto de calidad, con respaldo del banco Credicoop.
De este modo, el complejo funciona todo el año, menos un mes de otoño que se cierra por mantenimiento.
Al intentar conciliar las posturas encontradas durante la sesión del Concejo Deliberante con un llamamiento a articular una gestión de la Unidad Turística “que no le dé pérdidas al Estado Nacional” y mejore su administración, Gustavo Pujato (UCR) propuso que los hoteles “puedan ser usados integralmente y no parcialmente durante el año”.
“Mejor conducidos y manejados, los hoteles pueden ser muy importantes para que miles de personas puedan venir a conocer Mar del Plata y el mar. Sería un error privatizar”, destacó por su parte Horacio Taccone (Acción Marplatense).
Símbolo del turismo social
"Los Hoteles de Chapadmalal son un símbolo del turismo social que, además, generan trabajo marplatense”, sostuvo Pulti tras la reunión con el personal.
Fue en la antesala de que la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, en manos de Daniel Scioli, decidiera avanzar en la licitación para concesionar su uso o vender los 9 edificios con instalaciones que integran el Complejo.
En el Concejo que funciona en Mar del Plata, la mayoría de la comisión de Turismo desestimó los expedientes presentados por el kirchnerismo: en el de Frente Renovador se rechazaba de plano la iniciativa, mientras que Unión por la Patria proponía la creación de una mesa de diálogo para evaluar “esquemas de gestión y financiamiento” para el complejo turístico, con la participación de representantes del municipio, la provincia y la nación.
Gracias a la prescindencia del interbloque de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza se logró torcer el debate y se impuso la posición de rechazo.
Las fundamentaciones para abrir el camino a la venta giraron en torno de que la estructura está ociosa todo el año, que durante décadas acumuló deficiencias, abandono e inseguridad y que le cuesta al Estado10 millones de dólares al año.
Desfinanciamiento
Causa y efecto, el desfinanciamiento a partir del DNU de Javier Milei le quitó la asistencia en manos del Estado, que en un momento lo subvencionaba en casi un 70%.
La consecuencia fue que interrumpió los proyectos de recuperación y de mantenimiento que habían dado comienzo en la anterior gestión.
Emiliano Recalt, de La Libertad Avanza, puso de manifiesto que “al momento de llevar adelante una política pública, tenemos que reconocer que esta situación es inviable. El Estado debe ser eficiente, no está para cubrir el turismo social cuando lo puede desarrollar el privado”.
El hecho de que si se privatiza haya en cuestión casi 75 hectáreas de bosques de pinos y playas tranquilas con acantilados incluidos orienta la futura cesión hacia intereses vinculados al negocio inmobiliario.
Desde su creación en 1945, el complejo se transformó en un emblema del turismo social, pero esta premisa dio un giro el último verano con la idea de volverlo más autosustentable.
El Turismo Social está destinado a aquellas personas que sean parte de las siguientes categorías de ANSES: jubilados y pensionados, titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), de la Asignación por Embarazo (AUE) y Beneficiarios de Pensiones No Contributivas (PNC).