Los cinco días de viaje tuvieron su fruto: Kenia disfruta de su libertad y ya mantuvo el primer contacto con Pupi, el otro elefante del lugar.
La elefanta de 44 años, que estuvo en cautiverio en el Ecoparque mendocino, finalmente se encontró con el otro animal africano. Si bien en un comienzo no sabía cómo hacerlo, con el correr de los minutos ambos comenzaron a acercarse y, a su ritmo, conocerse.
Desde el Santuario explicaron que está aprendiendo a usar su trompa con los elementos naturales con los que se cruza y hasta ya recogió su primera sandía.
Si bien el camino de adaptación es largo, los primeros pasos de Kenya demuestran confianza.