En una notable muestra de resiliencia y salud pública, Japón ha alcanzado una cifra histórica en su población de centenarios, superando los 99.000 individuos de 100 años o más. Este fenómeno demográfico, impulsado principalmente por la longevidad femenina, confirma al país como un líder global en el estudio de la vida prolongada.
Un país que envejece con récords
Según datos recientes del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, la cifra de personas centenarias en el país ha llegado a un impresionante total de 99.763, lo que representa un aumento de 4.644 personas en comparación con el año anterior. Este es el 55º año consecutivo de crecimiento en esta categoría demográfica, un logro que resalta la efectividad de sus sistemas de salud y el estilo de vida de su población.

Una de las estadísticas más llamativas es la notable disparidad de género entre los centenarios. Las mujeres representan el 88% de esta población, con un total de 87.784 casos. Por otro lado, la cifra de hombres centenarios es significativamente menor, alcanzando los 11.979. Esta tendencia subraya la mayor esperanza de vida femenina en el país, que en 2024 fue de 87,13 años, en comparación con los 81,09 años para los hombres.
Shimane: la capital de la longevidad
A nivel regional, la prefectura de Shimane se mantiene como el epicentro de la longevidad en Japón. Por decimotercer año consecutivo, esta región del oeste de Japón lidera el país con una asombrosa proporción de 168,69 centenarios por cada 100.000 habitantes. Este dato no solo destaca un fenómeno localizado, sino que también sugiere factores ambientales, genéticos o de estilo de vida específicos de la región.
El creciente número de centenarios en Japón no es solo un dato estadístico; tiene profundas implicaciones para la sociedad, la economía y el futuro de la atención médica. El fenómeno de la super-longevidad obliga a los gobiernos a repensar las políticas de seguridad social, jubilación y salud, adaptándolas a una población que vive cada vez más y con mayor calidad.