La escena es familiar para muchos: hablás sobre un tema con amigos y, poco después, tu teléfono te muestra anuncios relacionados. Este fenómeno ha alimentado la creencia popular de que Google y otras compañías escuchan nuestras conversaciones a través del micrófono del celular.
Sin embargo, la realidad, si bien es igualmente invasiva, funciona de una manera diferente y mucho más sofisticada.
En lugar de escuchar activamente, Google utiliza un vasto y complejo sistema de recolección de datos para construir un perfil detallado de tus intereses.
El algoritmo no necesita oírte hablar de un viaje; le basta con saber que buscaste información sobre vuelos, que visitaste sitios web de hoteles o que tu historial de ubicaciones muestra que has estado en una agencia de viajes.

A esto se suma tu actividad en YouTube, los videos que ves, las aplicaciones que usas y los artículos que lees, creando un retrato de tus hábitos de consumo y preferencias.
Para tomar el control de tu privacidad y limitar esta publicidad personalizada, puedes configurar tu cuenta de Google.
El primer paso es acceder a "Mi Actividad" a través de la configuración de tu cuenta. Allí podrás pausar la "Actividad en la Web y en Aplicaciones", el "Historial de ubicaciones" y el "Historial de YouTube". Además, es recomendable ir a la sección de "Anuncios" y desactivar la opción de "Personalización de anuncios".
Si bien estos ajustes no eliminarán por completo los anuncios, sí impedirán que sean tan específicos y basados en tu comportamiento digital. Controlar tu huella digital es un paso clave para proteger tu privacidad.