La popular astróloga y tarotista Mhoni Vidente ha capturado la atención de sus seguidores con un intrigante ritual enfocado en los números que se repiten o se reflejan en el reloj (como 11:11, 10:10, 12:12 o 12:21).
Según la numerología, la aparición constante de estas secuencias no es casualidad, sino una sincronicidad que representa mensajes directos del universo o de seres superiores, considerándose un momento de suerte y alta vibración para la manifestación.
En la numerología, por ejemplo, el 11:11 es a menudo interpretado como un "portal" o un llamado de atención para alinearse con el propósito de vida y se asocia con la iluminación y nuevos comienzos, atrayendo la buena fortuna al enfocarse en intenciones positivas.
Aprovechando esta supuesta carga energética poderosa, Mhoni Vidente aconseja un ritual sencillo para atraer lo deseado: en el momento exacto de ver la secuencia, se deben chocar las muñecas, formular el deseo en voz baja y, acto seguido, tocar la nuca con un poco de saliva.
Este gesto se interpreta como una forma de sellar energéticamente la petición y conectarse con el flujo cósmico de la suerte y la manifestación.
Estas prácticas, profundamente arraigadas en la búsqueda de la buena suerte y el esoterismo, se vuelven rápidamente virales en el ámbito de la espiritualidad y la manifestación de energías.