En 1951 un sangriento crimen fue ocultado en la provincia de Mendoza. Blas Brisoli hijo, un cadete de 19 años del Colegio Militar que era protegido por Perón, asesinó a su superior el teniente Antonio Alfredo Segnorelli y después se suicidó. La historia la reconstruyó la historiadora Mariana Garzón Rogé.
Blas Brisoli no era un cadete más. Su padre el teniente coronel Blas Brisoli, había llegado a la gobernación con el 62% de los votos y aunque era oriundo de Chivilcoy, Buenos Aires, Perón lo había elegido para que encabezara la fórmula que ganó en la provincia.
Esmeralda Carabajal, esposa de Brisoli, fundó la Obra Social Mendocina, una institución inspirada en la Fundación Eva Perón que brindaba ayuda a personas de bajos recursos. Carabajal repartía alimentos, electrodomésticos y juguetes, y también se involucró en la construcción de viviendas sociales.
Sin embargo, su método para obtener las donaciones era controversial. Se rumoreaba que a menudo entraba a los comercios y, de forma prepotente, se llevaba lo que necesitaba sin pagar, llegando incluso a amenazar con el cierre de los locales si los comerciantes se oponían.
Mientras Brisoli cosechaba enemigos dentro de su propio espacio, y Esmeralda repartía alimentos, heladeras y juguetes, su hijo asesinaba a su superior para después quitarse la vida.
En los diarios de la época poco se habló sobre la repentina muerte del hijo del gobernador Brisoli o las circunstancias del hecho. Del homicidio de Antonio Alfredo Segnorelli mucho menos.
“Blas Brisoli hijo no tenía un comportamiento aceptado en el Colegio Militar, aunque era el protegido de Perón. El 21 de mayo de 1951 después de que le hubiera llamado la atención, mató a su superior el teniente Antonio Alfredo Segnorelli y se suicidó”, escribió la historiadora Mariana Rogé.
Incluso hoy en los libros, documentos y artículos escritos sobre el gobierno de Brisoli es muy difícil encontrar alguna referencia sobre Blas Brisoli hijo. Ni siquiera en Wikipedia.
Otras muertes en el Colegio Militar de la Nación
La muerte de Blas Brisoli no es la única que ha ocurrido en el Colegio Militar Nacional, aunque su caso es particular ya se trató de un homicidio seguido de suicidio y los detalles han sido ocultados durante décadas.
En 2012, el cadete Maximiliano Sandoval de 20 años murió luego de que la ametralladora que operaba durante unas maniobras militares dispuestas por el Ejército en la provincia de Mendoza estallara. En el hecho su compañero resultó con heridas de gravedad. A diferencia del caso anterior, se trató de una muerte por accidente.
En 2023 Lautaro Pilloud murió por un paro cardiorespiratorio durante un entrenamiento en el Colegio Militar de la Nación, en El Palomar, en medio de la ola de calor en Buenos Aires. Pilloud se descompensó durante las tareas físicas, se le realizaron las tareas de reanimación y se lo trasladó al Hospital Militar de Campo de Mayo, donde lo declararon muerto.
