Una vez más, la calle Anchorena de Luján de Cuyo, se transformó en un verdadero río el pasado domingo. Las intensas lluvias dejaron una triste postal sobre esa arteria. La situación se repite de un lado a otro del Acceso Sur.
Esta situación no es nueva, cada vez que hay tormentas la calle Anchorena se desborda por completo. La falta de infraestructura adecuada es un problema crónico que las autoridades no han logrado resolver, y sus consecuencias impactan en los vecinos y los vehículos que transitan por la zona.
La calle lleva años en estado de abandono con pozos de gran tamaño, falta de iluminación lo que provoca aún más inseguridad en la zona. De noche es una trampa invisible para los conductores.
Los vecinos exigen soluciones definitivas e inmediatas al municipio.