San Juan lleva al menos 25 años de ventaja en controles mineros frente a Mendoza. Desde 1994, con el proyecto Veladero de Barrick, la provincia ha capitalizado su experiencia, incluso a partir de derrames, para mejorar sus auditorías. Tienen un Ministerio de Minería robusto con una Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero que incluye una Policía Minera y un laboratorio de vanguardia, el Cipcami, financiado con una multa. Cuentan con un laboratorio móvil único en el país y una extensa red de monitoreo de agua por satélite. Realizan controles semanales en más de 200 proyectos mineros, y su personal especializado monitorea constantemente las operaciones.
Mendoza, en cambio, está en una situación "casi embrionaria", ya que su actividad minera de gran escala es incipiente. Sin embargo, con el proyecto San Jorge en el horizonte, están aprendiendo y desarrollando sus propios mecanismos. Cuentan con una Policía Ambiental Minera que colabora con otros organismos gubernamentales, y están modernizando sus procesos con tecnología como tablets y futuros drones. Aunque aún no están al nivel de San Juan, están realizando inspecciones y preparándose para un control riguroso de sus futuros proyectos.
En resumen, San Juan es un referente clave para Mendoza, ya que su trayectoria y aprendizajes ofrecen una guía más cercana que la experiencia de Chile.
En 1994 comenzó el proyecto, 8 años después, en el 2006, logró ver resultados concretos cuando salieron 110 mil onzas de oro producidas en San Juan por la minera Barrick en su proyecto Veladero, ubicado en Iglesia.
Desde ese momento, todo lo que se avanzó en la actividad minera en la vecina provincia, en San Juan han tratado de capitalizarlo mejorando los controles. Varios derrames, a pesar del tremendo costo social que ocasionan, también aportaron conocimiento para avanzar en las auditorías a las mineras.
San Juan nos lleva por lo menos 25 años de ventaja, si bien el objetivo de esta nota no es comparar cómo se realizan los controles en esa provincia con las medidas sobre ese punto que se toman aquí en Mendoza; sí queremos mostrar una realidad más cercana a la que sucede en Chile. Es que, del otro lado de la cordillera, la actividad minera responde a otra dinámica totalmente distinta por miles de motivos; entre ellos hay que recordar que hace más de 100 años que hacen minería, tienen una minera estatal y una economía que les permite acceder a la mejor tecnología del mundo. Nada de eso pasa en Mendoza, tampoco en San Juan.
“Todo era nuevo cuando desembarcó la Barrick, se avanzó dentro de lo posible, pero había inexperiencia. Al poco tiempo aparecieron los primeros cuatro proyectos: Veladero, Pascua Lama, Gualcamayo y Casposo. Fue complicado porque excedía la capacidad de control y se arrancó con el trabajo de control duplicado”, cuentan en San Juan como queriendo reflejar los pasos que dieron para avanzar en las auditorias a la actividad minera.
La mayoría de los funcionarios locales, referentes de cámaras empresarias, periodistas y varios académicos que estudian el sector y están atentos a los cambios en la actividad minera, miran a Chile; pero entendemos que habría que poner el foco un poco en San Juan debido a que su experiencia es más cercana y palpable para nosotros.
Mendoza está en una situación casi embrionaria en lo que se refiere a controles en minería y es básicamente porque no ha tenido mucha actividad salvo la explotación de las mineras de tercera categoría (áridos, arcilla, caliza, yeso, talco, etc.). Es el momento de avanzar y conocer otras realidades para aplicar el conocimiento que a otros les costó mucho tener, para evitar la mayor cantidad de errores posibles, entre otras cosas.
Más allá de los debates, de los estudios y manifestaciones; Mendoza avanza hacia la actividad minera con el proyecto de cobre San Jorge como mascarón de proa. Es por eso que es clave entender y conocer todo lo que sea posible sobre los controles mineros.
El organigrama sanjuanino
El ministerio de Minería de San Juan tiene tres secretarías: una es la Secretaría Técnica, lleva todo lo que son derechos mineros, propiedades, catastro, etc. Después está la Secretaría de Desarrollo Minero Sustentable, si bien dentro de ella está toda la parte financiera, contable y compras del ministerio, también ahí se definen hacia dónde van los fondos mineros según la ley y los fideicomisos que generalmente se aplican en proyectos medianos y grandes.
También está la secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero. Esta secretaría tiene tres áreas: la Dirección de Evaluación Ambiental Minera, la Dirección de Control y Fiscalización, que tiene a cargo la policía minera y aparte está el Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero Industrial (Cipcami) que es un laboratorio en el que se hacen controles analíticos de agua, suelo y aire, entre otras cosas.
Controles y tecnología
El laboratorio que se construyó en el Cipcami, así como el edificio, se financió con la multa que se le aplicó a la Barrick por el derrame que se produjo en 2015.El laboratorio tiene capacidad para analizar también los 72 elementos que usan las minas. Las empresas mineras también hacen muestreo y el ministerio por su parte también. Entre las acciones de control que realizan en la actividad minera también, incluye estar en vigilancia permanente de las alarmas que se disparan si hay algún tipo de derrame.
Cuentan con un laboratorio móvil, afirman que eso les permite llegar en poco tiempo y hacer controles más eficaces. “Es el único del país y puede analizar lo que hay en el suelo, en el aire y en el agua”, afirmó Roberto Moreno, a cargo de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero. El laboratorio es una camioneta preparada donde los técnicos pueden ir de un proyecto a otro sin bajar de cordillera y hacer monitoreos.
Entre prospección, exploración y explotación hay 200 proyectos mineros en San Juan. “Permanentemente controlamos los de explotación y la exploración que se hace en verano”, señaló Moreno.
Desde la Dirección de Evaluación Ambiental Minera se aprueban todos los documentos ambientales de la actividad minera referidos a las tres etapas: prospección, exploración y explotación. Los datos de esas Declaraciones de Impacto Ambiental después son controlados en terreno por la policía minera.
“Controlamos la exploración y cómo dejan las plataformas cuando abandonan los campamentos. Hay proyectos que tienen mucha exploración, hay a veces más de seis máquinas perforando simultáneamente, entonces hay que estar controlando si hay derrame de cualquier tipo, también ver cómo manejan los residuos y cómo hacen el sello ambiental. En la explotación hacemos control permanente, en Cordillera en el único proyecto que queda abierto que es Veladero, y también está la explotación de Gualcamayo que está en Precordillera”, señaló Moreno.
Roberto Moreno, a cargo de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero de San Juan.
“Hacemos controles semanales. Pero por ejemplo, en Veladero están ampliando el valle de lixiviación por lo que están instalando la geomembrana, ahí vamos con ingenieros, técnicos en mina, licenciados en higiene y seguridad y geólogos que se van alternando para hacer los controles de la policía minera. Controlan también que las obras sean las que se indicó en el informe técnico. Por ejemplo, que se estén soldando bien las costuras de la membrana que recibirá el agua cianurada. Nosotros hacemos eso y la minera también hace su control por separado y nos lo informa. Si detectamos problemas labramos el acta. Tenemos una oficina de policía minera en la Cordillera para controlar a Veladero”, explicó.
En las cuencas del río San Juan y Jáchal funciona una red de monitoreo que, según Moreno, es la más completa del país. El funcionario asegura que los 20 años que llevan de experiencia en control de minería, así como lo aprendido tras los derrames que sufrieron, les permite ahora tener más claras las acciones de control y la tecnología necesaria para realizar el trabajo.
Explica que las alertas se disparan cuando se detectan elementos en el agua que complican su consumo. Los límites están en la línea base. También pasa lo mismo cuando se detecta contaminación en el aire y el suelo.
Veladero.
Agrega que se les solicita a las empresas que construyan caudalímetros, que son canaletas de hormigón en los ríos y ahí se instalan pequeñas estaciones que miden el caudal y la calidad del agua todo el tiempo porque están tomando muestras permanentemente. Esas pequeñas estaciones mandan los datos por satélite y llegan al centro de control del Gobierno y a los celulares de distintos técnicos y funcionarios. En Veladero hay cerca de 20 estaciones para monitorear el agua y otras 10 meteorológicas que miden los parámetros meteorológicos y otras que miden calidad de aire.
En los principales proyectos hay cámaras de la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero, dispuestas en lugares estratégicos, que filman 24 horas lo que pasa en la mina que está haciendo explotación, y se mira lo que sucede en el tajo y cómo se hace el proceso de lixiviación. Además, al celular de Moreno y la policía minera llegan informes diarios de la minera con los datos del proceso de mineral, como consumos de agua, entre otros, los que son chequeados con los obtenidos por la autoridad de control.
Gualcamayo.
Afirma que en el Cipcami realizaron 360 muestras de agua en 2024 en toda la provincia y tienen 110 puntos fijos de medición permanente. “El agua que usa la minería ahora es muy poca. Saben que tienen que hacer un uso eficiente del agua porque igual es poca. Impacta más el cambio climático en la disminución de los caudales que otra cosa”, afirmó.
Tienen 10 personas en la policía minera que son ingenieros, licenciados en higiene, geólogos. Siempre hay un par en las minas en donde se está realizando explotación y también en los polos caleros y en las canteras de áridos.
Las acciones de control en Mendoza
Guillermo Bickham, responsable de la Policía Ambiental Minera, explica que trabajan en conjunto con todos los organismos de Gobierno que tienen injerencia en la actividad como Irrigación, Hidráulica, Vialidad, etcétera. También con la Dirección de Gestión y Fiscalización Ambiental (ex DPA). Entienden que de esa forma, pueden realizar un abordaje integral del control.
También está la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), que se formó por lo establecido por el Código de Procedimiento Minero. Está formada por 17 organismos que son los responsables de evaluar los Informes de Impacto Ambiental. También está La Comisión Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera formada por otros 17 organismos, algunos pertenecen a la UGA y otros no.
Desde la Policía Ambiental Minera están realizando gestiones para que los policías, preventores y gendarmes puedan auditar no solo los proyectos de actividad minera, sino la guía de transporte de mineral en la ruta. Ya han avanzado en un convenio con el ministerio de Seguridad. "Queremos que la policía pueda ayudar ahora que no estamos en funciones por la tarde", dice Bickham. También está la Dirección de Gestión y Fiscalización Ambiental que tienen una guardia de 24 horas por distintos temas ambientales.
Los policías también realizarán control minero.
La Policía Ambiental Minera cuenta con 20 personas entre los que se encuentran ingenieros, geólogos, abogados y licenciados en higiene y seguridad ambiental. La idea es que actúen de manera multidisciplinaria. Tienen 6 camionetas para llegar a las minas. La Policía Ambiental Minera busca poder hacer un monitoreo general de la situación de cada mina. También avisan al organismo indicado en caso de detectar alguna irregularidad, para que realice la inspección y elabore un acta que quedará en la Policía Ambiental Minera, “así optimizamos los recursos y aceleramos los procesos”, dice Bickham y agrega: “Hemos hecho más de 283 inspecciones en lo que va del año, también 31 control de actividades y una clausura en Malargüe con multa efectiva”. El dinero de la multa va a rentas generales. Se han enfocado en las minas de tercera categoría, "el 80% tenía problemas con algún documento y desde el año pasado nos ocupamos de regularizarlas y controlarlas", afirma el funcionario.
"Hacemos entre tres y cuatro inspecciones por día. Controlamos y hacemos inspecciones cuando se presenta un informe de partida y se controla que lo declarado sea verdad, lo mismo hacemos cuando se aprueba en la Declaración de Impacto Ambiental se cumpla. Controlamos antes, durante y después de otorgar un permiso", dice Bickham, y agrega: “También hay una delegación de la Policía Ambiental Minera en Malargüe y en San Rafael. Tenemos tecnología de acuerdo al tipo de minería que tenemos hoy, nos hemos enfocado en en la modernización de los procesos. Tenemos las actas donde estamos en digitales con las tablets y podemos sacar fotos. Vamos a incorporar decibelímetros, detectores de gases y peachimetros para controlar el agua. Estamos en proceso de incorporar drones y equipar las camionetas con cámaras para darle seguridad al inspector.
Con relación a San Jorge, si bien todavía no está activa, afirma que están encima de los informes que se presentan y van viendo como se define el plan de acción. Una vez que la mina esté funcionando controlaran lo que dicen los informes presentados en función de cada etapa del proyecto. También se instalará una delegación en las inmediaciones de la mina para poder realizar con más comodidad las inspecciones. Aclaran que ya están haciendo inspecciones en el campamento de San Jorge. “Hicimos un relevamiento inicial y les marcamos algunas observaciones, hicimos un acta y ellos corrigieron lo que dijimos”, afirma Bickham. También antes de otorgar una Declaración de Impacto Ambiental, controlan con sus equipos técnicos y hacen relevamiento general.