La iniciativa del Gobierno para "remonetizar" la economía mediante los "dólares del colchón" aún no ha generado el interés esperado, a la espera de modificaciones legales en el Congreso que prometen libertad para usar el dinero sin reportes bancarios o notariales. Sin embargo, a partir del 1 de julio, podría entrar en vigencia un nuevo y controvertido régimen informativo de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), si no es derogado previamente.
Se trata de la Resolución General 5662, emitida por ARCA en marzo de este año, que exige a las entidades administradoras de tarjetas de crédito informar sobre los "consumos en el exterior efectuados por titulares y adicionales de tarjetas de crédito, compra y/o débito emitidas en el país". El objetivo de esta medida es "dotar al Organismo de información relevante a los fines de ejercer sus funciones de control".
Los Datos que Pedirá ARCA
ARCA solicitará una serie de datos detallados por cada operación en el exterior, incluyendo:
- Número y marca de la tarjeta (crédito, compra o débito).
- CUIT de la entidad emisora.
- Fecha de la operación.
- Identificación del país y la moneda de origen.
- Monto de la operación tanto en moneda extranjera como en pesos.
- Nombre del comercio, su código de rubro y número de identificación.
Es crucial entender que, en principio, esta medida no busca limitar las compras, sino que es un sistema puramente informativo. La resolución fue emitida antes de los recientes anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular de ARCA, Juan Pazos, quienes presentaron un nuevo esquema de "presunción de inocencia" de los contribuyentes. Esta aparente contradicción genera incertidumbre, ya que el Gobierno ha señalado que, aunque reducirá la cantidad de sistemas de información, no los eliminará por completo.
La implementación de este régimen informativo a partir del 1 de julio coincide con el inicio de las vacaciones de invierno, un período en el que tradicionalmente se registra un incremento significativo del turismo al exterior y de los "tours de compra" en zonas fronterizas para aprovechar las diferencias de tipo de cambio. La posible coexistencia de una política que busca la "remonetización" sin fiscalización excesiva con un nuevo sistema de control de gastos en el exterior genera interrogantes sobre la coherencia de las medidas.
