La adolescente de 16 años imputada por el homicidio de Jeremías Monzón, el joven asesinado de 23 puñaladas en una fábrica abandonada de la ciudad de Santa Fe, continuará detenida tras la audiencia imputativa realizada este lunes.
La acusada, identificada con las iniciales M.A., permanecerá alojada en un centro especial de menores, de acuerdo a la resolución del juez Sergio Carraro.
El fiscal Pablo Cecchini dialogó con la prensa y confirmó que la carátula del caso es homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía y ensañamiento.
“Tenemos la certeza de que dos” de los involucrados “son menores de edad”, sostuvo el funcionario judicial, al tiempo que agregó que trabaja para poder individualizar a un tercer sospechoso.
Fuentes del caso le confirmaron a la Agencia Noticias Argentinas que la joven es imputable y no tiene antecedentes, mientras que el chico no podrá ser juzgado debido a su edad.
Respecto a la joven, el fiscal precisó: “Solicitamos una medida de encierro que, en el proceso penal juvenil, equivale a una prisión preventiva”.
El cuerpo de Monzón presentaba 23 puñaladas, además de que se cree que el ataque fue registrado con el celular de uno de los acusados.
Respecto al móvil del crimen, indicaron que hay varias conjeturas, entre ellas la posible venta de drogas y hasta un conflicto en la relación amorosa entre la acusada y la víctima. A su vez, las cámaras de seguridad de la zona captaron a la menor y a Monzón mientras caminaban juntos antes del brutal crimen.
Un caso de similares características
A fines de noviembre Santiago Nahuel López Monte, de 20 años, fue asesinado de dos puñaladas en el partido bonaerense de Lanús. Por el crimen detuvieron a su novia, una adolescente de 16 años.
La joven quedó detenida el pasado 28 de noviembre en la casa de su tío en La Matanza y a pocos días de su arresto decidió prestar testimonio junto con su abogada para tratar de desligarse del caso.
Mientras que una de las hermanas mayores del joven, Tamara López Monte, sostuvo que la presunta asesina ya había golpeado a Santiago y que consideraba que “a los hombres hay que golpearlos”, la acusada relató que el joven se había quedado a dormir en su casa e iniciado una discusión.